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9.26.2012

VISION DEL MUNDO DE FREUD Y MAHLER

Por Guillermo Delahanty



METODO

El propósito del ensayo psicohistórico sobre Freud y Mahler es revelar la visión del mundo de su comunidad a través del análisis de autor y su obra. El método con fundamento en el estructuralismo genético de Lucien Goldmann [1913-1970] consiste en revisar las conexiones de la producción de un autor con otro. La hipótesis supone la existencia de un sujeto colectivo que ha estructurado categorías mentales con raíces en la obra compartida por una comunidad. La obra como estructura significativa sé fundamenta en la estructura mental coherente elaborada por el sujeto colectivo, Goldmann reflexionó que: 

"1) Hay un sujeto, en la dimensión histórica y cultural; 2) Es un sujeto colectivo; 3) Toda actividad psíquica y todo comportamiento del sujeto son siempre estructurados y significativos, es decir funcionales" [1].
Como autor colectivo de la obra nos remitimos a la comunidad judía de centro Europa en la mitad del siglo XIX. La estructura de la obra de Mahler corresponde a la comunidad judía, y a su vez, esta comunidad nutre la obra de Freud. Con la comprensión de la visión del mundo de la comunidad se explica la estructura de la música de Mahler y del psicoanálisis de Freud.

Sin embargo, es preciso advertir que las categorías de ambas obras pertenecen exclusivamente a su propia dimensión, es decir, la especialidad de la teoría psicoanalítica es entendida desde su estructura interna, su explicación de lo inconsciente, los sueños, las pulsiones sexuales. Lo concreto de todo análisis musical comprende su modo de composición, las relaciones armónicas, los acordes, el estilo y género, y su circunstancia histórica del movimiento musical. En su dominio propio de las obras cuentan con su significado particular y complementario.
"a) Una significación histórica esencial en la medida en que ella constituye precisamente su valor científico, filosófico, estético, etc.b) Una significación puramente individual que se revela al análisis psicoanalítico y queda hoy subordinada a la primera, en la medida en que representa lo que en la obra no es mas que síntoma individual, y muy frecuentemente síntoma de una estructura psíquica particular y no típica " (Goldmann, 1957, p. 64)


LA CONSULTA

El músico-pintor buscó la alegría en el sufrimiento. Un juego de palabras. Mahler sufriendo su crisis envió un telegrama solicitando una consulta a Freud, quien disfrutaba de sus vacaciones de verano en Leyden, Holanda. Mahler significa pintor, Freud es alegría y Leid, sufrimiento.

Mahler recibió un sobre con su nombre, pero la carta era para Alma, su esposa, remitida por un arquitecto que la conoció en un pueblo donde ella reposaba. Allí le arrebató el corazón. Alma había anhelado año tras año el amor de su esposo, concentrado en sí mismo y en su creación y recreación, abandonando interiormente a su joven y hermosa esposa de ojos azules. Mahler con la misiva en la mano le preguntó su significado y tomó conciencia de su alejamiento. Su tristeza se transformó en sentimiento de culpa y se llenó de dolor. Ambos anduvieron todo el día llorando y con pesar. En él surgió el éxtasis y el martirio de los celos. Alma recuperó su autoestima y le reveló lo indiferente que fue con ella. Mahler con lamentos, tumbado en el suelo, para estar más cerca de la tierra. Sufría entonces el pánico de perderla.

Nepallek, psicoanalista vienés, pariente de Alma, le recomendó a Freud. Groenveldt, psicoanalista holandés, arregló el encuentro. Las dudas de Mahler lo indujeron a enviar telegramas sucesivos acordando y negando la cita hasta que Freud puso un límite. La sesión del 26 de Agosto de 1910 duró 4 horas, ambos caminando por la ciudad.
"Decidió consultar a Sigmund Freud entre guiones -escribió Alma- Le relaté sus extraños estados de ánimo y sus angustias, y Freud aparentemente le calmó. Después de oír su confesión, le hizo vehementes reproches: ‘¿Cómo un hombre en su estado puede pedir a una mujer joven que permanezca atada a él?’, le preguntó. En conclusión, le dijo: ‘conozco a su mujer’. Ella amaba a su padre, y sólo puede elegir y amar a un hombre como él. Su edad, de la que tiene usted tanto miedo, es precisamente lo que la atrae. No se angustie usted. Usted amaba a su madre y la buscaba en toda mujer. Ella estaba agobiada por la inquietud y las enfermedades, e inconscientemente usted desea que su mujer sea igual" (Mahler, 1947, p. 147).
Mahler le envió un telegrama a su esposa el 26 ó 27 de Agosto de 1910: "Aún resisto bien, realmente normal. He pasado tristemente a lo largo del Rhin". Según Reik, después de la "cura" desaparecieron sus dudas e inhibiciones, fortificando su capacidad de amar.

En los documentos y cartas de Mahler encontré una referencia sobre Freud: "Freud tiene mucha razón: tú fuiste siempre para mí la luz y el punto central" le escribió el 7 de Septiembre de 1910 a Alma. Por su parte Freud cuenta de Mahler en diversas ocasiones. Un día antes de la muerte de Mahler, el 17 de Mayo de 1911, en la reunión de los miércoles en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, Max Graf comentó que la ambición de Mahler fue un rasgo de su genialidad, en función de su enuresis de los 9 años de edad. Paul Federn replicó que no hay motivos para argumentar la creatividad sobre la base de un síntoma, es más, su fanatismo en la natación le provocó el ataque cardíaco. Freud concluyó en esta sesión que la disertación es más o menos correcta, pero que su discreción le impedía añadir algo sobre Mahler. En la semana siguiente Steiner opinó que los impactos psíquicos pueden causar la muerte. Heller atribuyó que la muerte temprana de Mahler es igual a la de los genios que fallecen jóvenes. Freud dijo que para Mahler fue un punto esencial de su vida en el cual se le presentó la alternativa de cambiar y ofrecer su experiencia en función de su potencial artístico, o bien, evadir el conflicto.

Freud le escribió a Reik el 4 de Enero de 1935 en respuesta a la pregunta de su discípulo: 
"Psicoanalicé a Mahler una tarde en el año 1912 (¿ó 1913?) en Leiden. Si puedo creer en los informes, obtuve muy buenos resultados con él en ese momento. La consulta me pareció necesaria para él, porque en esa época su mujer se revelaba contra el hecho de que él había apartado su libido de ella. A través de interesantísimas incursiones por la historia de su vida, descubrimos sus condiciones personales para el amor, especialmente su complejo con la Virgen María (fijación materna). Tuve gran oportunidad de admirar la capacidad para la comprensión psicológica de ese hombre de genio. En esa ocasión no se dio ninguna luz en la fachada sintomática de su neurosis obsesiva. Fue como si uno cavara un único boquete a través de un misterioso edificio". (Reik, 1956, p. 237).

AFLICCIÓN

Gustav Mahler nació el 17 de Julio de 1860 en Kalist, Moravia. Su padre Bernhard Mahler dedicado a la destilería del alcohol y su madre María Hermann, ama de casa, renqueaba, padecía del corazón. Vivía desdichada porque se casó sin amor por un arreglo matrimonial. La brutalidad del marido que la hostigaba y maltrataba con golpes a sus hijos. Freud le había dicho a Mahler que "Usted busca en cada mujer a su madre a pesar de que fue una pobre mujer enferma y atormentada" (Mahler Werfel, 1960, p. 52).

Mahler durante su infancia padeció la muerte de seis hermanos y hermanas, con el último, moribundo, de 12 años, permaneció a su lado contando cuentos. En su vida adulta soportó las muertes de una hermana con tumor cerebral y de otro hermano que se suicidó. La muerte en la atmósfera familiar. El mundo de la melancolía provocó su apartamiento cuando falleció su hija mayor Maria Anne el 5 de Julio de 1907. 
"Tenía escarlatina y difteria... Luego la vi, estaba asfixiándose con sus grandes ojos abiertos. Nuestra agonía se prolongó todo un día más. Luego llegó el fin... Mahler llorando y sollozando, iba una y otra vez a la puerta de mi habitación, donde estaba la niña: luego huyó lejos de todo ruido"
No soportó una pérdida más. Su corazón herido de pesar. Su depresión fue permanente, subyacía la melancolía, incluso sus pensamientos sobre el significado de la vida lo inundaban de zozobra. Después de cada composición se deprimía. Su tristeza producto de su relación con una madre afligida. Margaret S. Mahler describe la aflicción del niño que sufre de tristeza por la carencia del afecto de su vínculo primario con la madre. La aflicción es una reacción del yo, es un efecto subjetivo. "...parece consistir en los niños en un vago darse cuenta de su impotencia en la aprensión que experimenta el yo ante la posibilidad de que el objetivo libidinal no acuda en su socorro en momentos de creciente tensión interna" (Mahler, 1961, p.215).

Es un sentimiento de desamparo. La aflicción aparece durante la segunda mitad del primer año de vida. La pérdida de objeto sufrida en la fantasía culmina con el desamparo, la tristeza. Es posible que la madre de Gustav, absorta en su desdicha, se ausentó internamente de sus hijos, y marcó con tristeza la hipersensibilidad de Mahler.

Freud también sufrió pérdidas, su hermano Julius murió cuando Sigmund cumplió 3 años; la familia se cambió de Freiberg, Moravia a Viena, porque el comercio textil del padre quebró. De esta manera se esfumaron de su escenario la niñera, presa en la cárcel, sus compañeros de juego, sus sobrinos, John y Pauline, sus hermanastros Emmanuel y su esposa Marie, y Phillip; Rebeka la segunda esposa del padre. Sin embargo, la atmósfera familiar era cálida y ofrecía un marco de seguridad al niño, un hijo preferido de Amalia, su madre, y protegido de Jakob, su padre. Freud perdió a su hija de 27 años el 25 de Enero de 1920. 
"Siendo como soy, un consumado descreído, no tengo a quien acusar, ni tampoco donde presentar una queja... En lo más profundo, siento una amarga e irreparable herida narcisista" (Schur, 1969, p. 493).
Freud y Mahler procedieron de familias judías instaladas en pequeños pueblos de Moravia. Mahler de niño soñando todo el día. Freud juega con su imaginación todos los días.


DESPRENDIMIENTO

Alma escribió: 
"cuando le conocí, exceptuando un par de veces en los que había sido seducido por mujeres experimentadas, era prácticamente virgen … y tenía 40 años" (Mahler Werfel, 1960, 52). 
Mahler temía lo femenino, al amor y cuando se casó con Alma surgieron problemas sexuales. Durante los últimos años de su matrimonio la mujer sentía desolación, no deseada, vacía, marchita. 
"Las pulsiones del compositor y sus deseos sexual entraron en conflicto, y ganaron la ambición y el ardor de producir" (Reik, 1960, p.147).
Después de la crisis, Mahler le escribió a Alma entre el 27 de Agosto al 4 de Septiembre de 1910: 
"Ven y exorciza los espíritus de las tinieblas; ellos se han apoderado de mí, me arrojan al suelo. No me abandones, mi báculo. Ven pronto hoy, para que pueda levantarme. Yazgo y espero, y me pregunto en el silencio de mi corazón si aún puedo ser salvado o si estoy condenado".
Sigmund Freud, profundamente enamorado de Martha Bernays le escribió tres días después de su declaración de amor el 19 de Junio de 1882: 
"No he logrado aún hacerme del todo a la idea de lo nuestro, si no estuviera frente a mí esa elegante cajita y dulce retrato, imaginaría que todo habría sido un mero sueño, encantador y temería despertar... incluso me siento capaz de recordar por mí mismo detalles más deleitosos y misteriosamente hechiceros que los que podrían ser fruto de cualquier fantasía onírica". 
Freud se casó sin haber experimentado antes ninguna relación sexual. Procrearon seis hijos. Se cree que alrededor de sus 40 años se alejó de la vivencia sexual. Escribió a Fliess el 31 de Octubre de 1897: 
"Tampoco la excitación sexual le sirve ya de nada a una persona como yo. Con todo, sigo lleno de entusiasmo, aunque por el momento los resultados brillen por su ausencia". 
Dubcovsky considera que Freud mantuvo regularmente sus relaciones sexuales con Martha.

Alma, la novia del viento, fue una bella mujer, compositora, inteligente, entregada al amor, hija del pintor Schindler. Cuando Alma era adolescente vivenció su primer enamoramiento y su primer beso a Gustav Klimt, quien evocó los labios de ella en la pintura Danae. De Mahler dijo: 
"La belleza de sus brillantes ojos negros, su rostro pálido, su negro cabello y su boca rojo sangre llenaba de terror mi corazón". 
Mahler le dedicó la Octava Sinfonía. Cuando murió, ella se apartó del mundo por su duelo por mucho tiempo. De repente vino Oskar Kokoschka, pintor expresionista, hizo retratos de ella. Vivieron una apasionada vida sexual, el goce y el deseo, la embriaguez, la entrega a las profundidades de la función chispeante despertó su sensualidad, dos cuerpos modelos de la pintura Die Windsbraut. Kokoschka escribió a Alma el 15 de Noviembre de 1912: 
"Eres para mí como un cristal de manos que me atrae hacia ti, me capturas y me sujetas... intercambiamos nuestros cuerpos, uno dentro del otro" (Kokoschka, 1915-1919, p. 48).
Luego llegó Walter Gropius, arquitecto, sereno, formaron un matrimonio; Gropius, de ideas socialistas mantenía una conciencia de la belleza urbana, proyectó varias construcciones. [2].

Gropius ofreció apoyo y seguridad, Alma se le declaró, llorando juntos. Ella necesitaba a los dos, y después Franz Werfel, escritor, apareció a través de un poema, cuando el matrimonio de los Gropius se desvanecía. Werfel era tímido, deprimido en quien flotaba el deleite del poema.
"Infinitas gracias a ti, Alma, por las innumerables alegrías, pereceré sí tu verano ya no me envuelve, tienes que perdurar eternamente." [3]
Werfel simbolizó su relación histórica con Alma en el drama La diosa del mediodía. Asesorado por ella, escribió una novela sobre Verdi, transcribió una ópera de Verdi. Alma rodeada de hombres que la admiraron. Alban Berg le dedicó su ópera Wozzeck. Berg también dedicó su concierto para violín y orquesta (a la memoria de un ángel), a la hija Manon Gropius, una hermosa joven de 19 años, fallecida. Werfel le dedicó su novela La canción de Bernadette. Y la representó en la obra de teatro, Zema: 
"Un personaje adornado de sus gestos y palabras y de toda su belleza" (Mahler-Werfel, 1960, p. 241). 
Anna Gucki la segunda hija de Mahler y Alma estuvo casada por breve temporada con Ernst Krenek, compositor.

Thomas Mann puso características faciales y el nombre de Mahler a Gustav Aschenbach, escritor, el personaje de su novela La muerte en Venecia. Sin embargo, la vivencia del escritor con Tardzio y su familia, el paseante del cementerio, el siniestro navío y la cólera son tomadas de la realidad, Mann compone los detalles, no son experiencias de Mahler. Thomas Mann le escribió felicitando a Mahler su dirección de ópera en Septiembre de 1910.


PENURIAS ECONOMICAS Y ESTILOS DE TRABAJO

Freud y Mahler en Viena. Freud cursa medicina en la Universidad y Mahler estudia en el Conservatorio de Música.

La actitud de Freud hacia el dinero aunque considerado como básico, es para gastar. Para casarse hubo de abandonar su laboratorio y abrir su consultorio: 
"En un ambiente académico... que parecía restringir sus oportunidades porque era judío, a una edad en que creía notar con alarma los primeros signos del envejecimiento y, en realidad, de enfermedad; encontrándose abrumado por la responsabilidad que crecía rápidamente" (Erikson, 1980, p. 162).
La actitud de Mahler hacia el dinero fue con base en la penuria económica de su infancia y a la manutención de sus hermanos cuando quedaron huérfanos. Ya con Alma, ella administró con responsabilidad no compartida los ingresos de su esposo, pagó las deudas, luego él vistió con ropa y zapatos finos y ella con el mismo atuendo por cinco años. Una economía estrecha. Mahler de joven, fue rechazado por un teatro, por su nariz judía. Con el tiempo transcurrido y la fama adquirida, ese teatro le ofreció un puesto de director de ópera y el famoso músico declinó la oferta en un telegrama: "nariz sin cambio". 

Cuando fue nombrado director de la Opera de Viena y de la Orquesta Sinfónica, combinó el talento del teatro con la música, transmitió su energía tonal a la escena dramática. Sus ensayos eran frecuentes previo a la presentación de la obra, sondeaba nuevas posibilidades, estudiaba la notación, los tiempos, la estructura, dirigía a los músicos y cantores. Conducía con el significado interior del pasaje desde la mirada del compositor. Su postura y gestos en el podium eran sobrios. Los músicos inspirados de su poder, atentos a sus demandas de perfección. Canetti describe con su hermosa prosa la relación de un director de orquesta sinfónica y el poder para ilustrar de qué manera un sujeto individual es representado en la visión del mundo del sujeto colectivo.
"De pie, solo, elevado, poder sobre la vida y muerte de las voces, es visto, los oyentes inmóviles en silencio, es una guía para la muchedumbre de la sala, toda la orquesta es mirada por él, omnisciente con la partitura completa en su cabeza o sobre el pupitre, omnipotencia, su oído explora el aire en busca de lo vedado" (Canettj, 1960, p. 394).
El primer debut de Mahler en Viena fue la puesta del Lohengrin de Wagner el 11 de Mayo de 1897. Freud admiró la alegría personal, espiritual y la grandeza de Mahler como director de ópera. Es posible que lo haya visto dirigir en alguna ocasión. Por lo menos conocemos su testimonio de que escuchó Los Maestros Cantores de Wagner y le produjo un espléndido placer, La canción del sueño le conmovió, escribiendo a Fliess el 12 de Diciembre de 1897. Sin embargo, parece que Richter (protegido de Wagner quien copió la partitura de la obra) fue el otro director que puso la obra una tarde de mayo del mismo año. Natalie Bauer Lechner escribió que la tarde del 11 de Mayo Mahler le mostró de una caja la partitura de la obra de Wagner. Mahler dirigió esta ópera el 27 de Noviembre de 1899.

Para Erikson, el sueño ocupa un sitio en el estudio de vida. Freud relató el sueño de una amiga que asistió a la ópera. En el sueño deseó ver a Hugo Wolf. 
"Sabía que ella había sentido gran simpatía por un músico cuya carrera malogró prematuramente una enfermedad mental" (Freud, 1900, p. 348). 
Wolf sufrió una psicosis maníaco depresiva. Mahler y Wolf fueron compañeros de estudio en el conservatorio. Mahler estrenó El corregidor de Wolf en Febrero de 1904.

José Perrés analizó con detalle la relación de Freud con la ópera, sobre su hipótesis de que la melodía de Los Cantos de Hoffman, de Offenbach fue la fuente de Freud para escribir Lo Ominoso. Yo describo una anécdota. Reik asistió a esta ópera dirigida por Mahler. Los ensayos fueron el 9, 10 y el 11 de Noviembre de 1901.
"...ahora se apagan las luces; sólo el escenario y la orquesta están iluminados. Se divisa a un hombre de estatura pequeña con los rasgos ascéticos de un monje medieval, apresurarse hacia el estrado del director. Sus ojos centellan detrás de sus anteojos. Echa una mirada casi llena de furia al público que aplaude su ingreso. Levanta la batuta y se zambulle con los brazos en alto, casi extáticamente, en el vértigo de la melodía" (Reik, 1956, p. 175).
Bruno Walter escribió que la puesta en escena fue un perfecto ejemplo de una recreación desbordante de imaginación, tanto escénica como musical, la obra fue puesta 11 veces ese año y 30 veces en 1902. Quizá Freud asistió a una representación; Bruno Walter, cuyo nombre verdadero era... recibió asistencia analítica breve por Freud durante seis sesiones. (Pollock, 1975).

Freud y Mahler compartieron la ética del trabajo de la comunidad judía. En su producción comprometieron sus energías. Para Mahler lo primero era el trabajo, después el juego; para Freud su vida sin trabajo era desagradable; Mahler componía durante sus vacaciones de verano y corregía sus partituras en el período de descanso de invierno. En Freud el ocio de verano le producía la germinación de nuevas ideas aunque escribía todo el año, después de su consulta con los pacientes. Mientras Mahler todo el año dedicado a la dirección de ópera y conciertos.

Graf le preguntó a Mahler: "¿Por qué, aparte de sus canciones que son pre-estudios de sus sinfonías, sólo escribió sinfonías, y no, como otros compositores, música de cámara y música coral independiente? Me contestó: -Durante mis cortas vacaciones tengo que escribir obras extensas si deseo pasar a la posteridad" (Graf, p. 194).

A Mahler le sorprendieron los extraños eventos relacionados con su composición, creía que le dictaban su música. "Freud había comenzado a sentir, con un orgullo a menudo eclipsado por la desesperación, que estaba destinado a hacer un descubrimiento revolucionario con medios «no soñados»" (Erikson, 1965, p.162).


FREUD Y LA MUSICA

El testimonio de que a Freud no le fascinó la música, de que era a-musical ha prevalecido. Es evidente que le gustó la ópera, el texto literario del drama. En base a documentos se descubre el sentido musical de Freud.

Freud prestó poca atención a las impresiones musicales porque de acuerdo a Reik respondía a su historia de vida. En los primeros años en Freiberg escuchó escasa música. Tampoco la buscó activamente como Mahler que a los cuatro años desapareció de la sala de su casa de los abuelos para descubrir en un desván un piano arrumbado y tocarlo.

La madre de Freud era aficionada a la música. Sin embargo, la música perturbó al hijo, un día de estudiante insistió sobre el retiro del piano tocado por su hermana. Perturbar no significa no atraer. Tal vez era en extremo sensible a ella. La música provocaba una profunda emoción suspendida, oscura, sin atadura. Freud permitió lo atractivo del lenguaje musical, luchó contra su propia sensibilidad. Escuchó el ritmo interno de la literatura y de los relatos de sus pacientes. En el discurso hay tonalidad. Kohut supuso que Freud evitó la sensación musical para que predominase la racionalidad. 

Para Kohut y Lavarie el goce de escuchar la música proviene de su fuente afectiva del Ello; el Yo percibe como peligroso lo caótico pulsional, o sea, los sonidos. La voz de la madre se asocia con la gratificación oral. El mimetismo kinestésico anticipa el goce de la danza, el exhibicionismo del despliegue corporal con el instrumento, y por último, la identificación con el solista de tipo fálica. El silencio precede al sonido musical y además es imposible traducirlo a la palabra. El lenguaje en el proceso secundario implica que la energía está ligada. Hay neutralización. Cuando no se retransmite el sonido en palabras cae en regresión. Un estado primario del yo permite el goce y éxtasis de la música, es incorporada y se identifica con ella. El mundo fusionado con el self envuelto en emociones. Surge el sentimiento oceánico de ser-uno-con-el-mundo. El sujeto fusionado con lo numinoso El ritmo la repetición produce seguridad o frenesí. Menuhin advirtió que la ejecución del violín admite sumergirse en el caos, en cambio, interpretar en el piano sugiere afianzarse en un terreno más firme. A Beethoven no le gustó el violín y a Mahler, el piano.

En las cartas de Freud existen referencias musicales, una dimensión que permite comprender la interiorización de la música. 

"Suena como música en mis oídos" (carta a Jung el 2 de Enero de 1910).
"Ciertas promesas que son para mi oído lo que para otros es la música" (carta a Jones el 22 de Septiembre de 1912).
"Su estilo es cautivador, su discurso es casi musical" (carta a Groddeck el 17 de Abril de 1921). 
La memoria musical de Freud le permitió contar a Marie Bonaparte en 1925 lo que Mahler le dijo sobre su música y que comprendía cómo le impedía representar los aspectos profundos con temas elevados porque combinaba lo festivo con lo trágico, esto era causado por la brutalidad del padre que un día humilló a la esposa y el hijo huyó de casa escuchando en ese instante un aria popular.

Viena era una ciudad con impresionante tradición musical. Incluso en la Sociedad Psicoanalítica de los Miércoles se incorporaron músicos profesionales: Max Graf, crítico musical, Leher, estético musical de la Academia Estatal de Música de Viena. David Bach que editó posteriormente un volumen de homenaje a Schönberg en Viena. Los discípulos músicos amateurs eran Adler, tenor; Tausk, tocaba el violín; a Stekel le fascinaba la música; Reich tocaba el piano, cello y órgano y fue amigo de Kolisch, violinista y cuñado de Schönberg. Ferenczi pertenecía a una familia musical. Por lo tanto, Freud permaneció cerca del aura de la música, aunque su vida interior estaba más enriquecida por la literatura y en realidad era un escritor.


FATALISMO DE LA MUERTE

"Sueños y música tienen la misma fuente, el pensamiento inconsciente de muerte" (Graf, 1947, p. 131). 
Mahler padeció el complejo de muerte. Su música nutrida de fantasías inconscientes de muerte. En sus sinfonías acude a fantasmas y espectros. Su primaria experiencia con la pérdida generó un caos interior organizando una estructura por medio de la música. Desde sus funciones inconscientes, del terror y pánico al abandono, construyó su obra. 
"En Mahler el consuelo es el reflejo de la tribulación. En esta su música conserva llena de zozobra, aquella calidad sedante, curativa" (Adorno, 1960, p.52). 
La música de Mahler, según Adorno, posee una armonía desgarradora, con fragmentos, la última palabra, la osadía postiza, el sentimentalismo y la parodia, justo lo plañidero. Lo traumático subyace a la rotura de la música. Apunta a subrayar la nulidad del yo. 
"La música mahleriana está raptada del reino de los muertos. Lo corpóreo y fantasmal se fusionan en un corazón hecho pedazos, siempre el idioma tradicional queda desgarrado, a través de ese desgarrón asoma en el rostro del compositor, un rostro que sufre por los otros con los que tiene parecido" (Adorno, 1964, p. 41). 
Schönberg describió la técnica de composición de Mahler: construyó una estructura melódica en forma tonal, escribió melodías extensas con algunos acordes repetitivos que en su totalidad se escuchan originales. El desarrollo musical fue ascendente. Boulez consideró que Mahler mezcló los géneros, incluyó la parodia como procedimiento válido.

En la obra de Mahler el tema de muerte se escucha en las marchas fúnebres del tercer movimiento de la Primera Sinfonía y la que abre la Quinta Sinfonía. En los primeros movimientos de la Segunda Sinfonía es una canción del nacimiento de la muerte. En la Novena Sinfonía la muerte está cubierta de sombras. Y en el esbozo de la Décima, hay matices. La muerte monta en un caballo negro en La Canción de la Tierra, y todo el tema en La Canción del Niño Muerto.

En la obra de Freud aparece el asunto de la muerte. En La interpretación de los sueños, en el sueño del Conde Thun se registra el temor de "sufrir una muerte temprana... la fobia de los ferrocarriles... que llegaba ´demasiado tarde´, tierra ´prometida´" (Erikson, 1964, p. 30).

Otro tema en que la muerte aparece es: Grande es Diana de Efesia (1911), El tema de elección de cofrecillo (1913), y en Más Allá del Principio del Placer (1920) donde expone su hipótesis de pulsión de destrucción.
"Mahler en su música deseaba resolver los enigmas de la vida y de la muerte, de la naturaleza y la humanidad, del destino y del individuo. Tenía el carácter de un Fausto para abarcar el espíritu del mundo. De ahí nació la gran concepción de sus sinfonías, de esa profunda excitación no redimida, ahaverística (de ahasvero), del judío errante de su personalidad" (Graf, p. 194).


FUNDAMENTOS JUDÍOS EN LA OBRA DE FREUD 
Y EN LA MÚSICA DE MAHLER

Abraham le escribió a Freud el 11 de Mayo de 1908 que un párrafo de El chiste y su relación con lo inconsciente le cautivó porque devela la técnica de composición y estructura como talmúdica. Bakan propone que la tradición mística judía es un antecedente de la Teoría de Freud, por ejemplo, el objeto de la interpretación cabalística es la Torah. Buscar el significado oculto, el análisis minucioso del pensar y comportamiento de sí mismo y con los otros. El método de la interpretación de los sueños es develar el contenido latente del contenido manifiesto a través de las asociaciones y fragmentos. El Zohar emplea asociaciones libres. Sin embargo, Gershom Scholem en una comunicación personal a David Rapaport le planteó sus dudas con relación a la tesis de Bakan.

Freud asumió una misión, conducir el Psicoanálisis a la tierra prometida como Moisés. Freud se compara con el cuento de los levitas que enfrentaron el peligro desafiando las fuerzas opuestas a ellos. Freud amó a su Pueblo. Estaba orgulloso de que los judíos dieron la Biblia al mundo. Le fascinó el humor judío, el chiste, la sabiduría de la vida y la riqueza interior. 
"La ‘conciencia de identidad interior’ de Freud incluye un sentimiento de orgullo amargo de su disperso y con frecuencia despreciado pueblo preservó durante toda una larga historia de persecución" (Erikson, 1968, p. 18).
En el sueño de Los tres destinos, se encuentra una ilustración del fondo judío en la Teoría Psicoanalítica de Freud. Erikson lo describe de la manera siguiente:
"Primera asociación: la primera novela que leyó a los 13 años, el adolescente judío ingresa a la comunidad religiosa de los hombres a través de la confirmación judía.
"Tercera asociación: recuerdo infantil…, a los 6 años... su madre intentó convencerlo de la afirmación bíblica de que todos estamos hechos de barro y debíamos volver a él..." (Erikson, 1964, p. 141).
Freud precedió de una comunidad jasídica. Perteneció a la logia B’nai B’rith y jugaba al Tarot, cartas inspiradas en la Cábala. Irma, la famosa soñadora, Anna Hammerschlag Lichtheim era hija del profesor hebreo de Freud que lo instruyó para el Bar Mitzvá.

La relación de la cobertura judía en Mahler es descrita por Adorno:
"Resulta imposible, desde luego, se ñalar exactamente con el dedo, dónde se encuentra en la música de Mahler ese elemento, como resulta imposible hacerlo en las obras de arte; ese elemento se sustrae a la identificación y, sin embargo, son escasos en la música mahleriana las melodías procedentes de la música de las sinagogas o de la música judía profana; lo que más podría apuntar en esa dirección sería un pasaje del scherzo de la Cuarta Sinfonía. Lo que en Mahler es judío, no participa directamente de lo popular, sino que se expresa, a través de todas las mediaciones, como algo espiritual, no sensible, pero que se deja sentir en la totalidad". (Adorno, 1960, p. 182).
Para Alma Mahler, "la mayoría de las melodías judías empiezan con una disonancia… nosotros empezamos con un acorde en Do mayor" (p. 290).

Mahler le escribió a Richard Strauss, alrededor del 20 de Agosto de 1901: 
"Sobre mí IV asaltan una serie de dudas: la he elaborado con especial cuidado hacia el metal y el arco, que deben estar muy bien concentrados, lo que requiere artistas con muy buenas aptitudes... una obra... que es más bien un trabajo en miniatura. Requiere alrededor de 45 minutos, comienza y acaba per procura, y apenas se incluye un verdadero fortissimo".
En Mahler el suelo se le hundió a sus pies como judío asimilado. Mahler se consideró un hombre tres veces sin hogar, nació en Bohemia en Austria, austríaco con los alemanes y judío en todo el mundo. Sé sintió un intruso permanente. Sin consideración por las relaciones sociales, era severo, imprudente e implacable. Su idealismo y tiranía produjo indignación a los vieneses. "La gente no entiende todavía mi lenguaje", tampoco fue comprendida su música. Freud describió en su viaje interior que sus sueños estaban relacionados con el problema de ser judío en un mundo ajeno.

Mahler se alejó de la religión judía, convertido al catolicismo, le fascinó el canto gregoriano. Alma era católica convertida al protestantismo. Freud judío sin creer en Dios.
"Freud había crecido con miembros de una comunidad judía en una cultura predominantemente católica... una mujer checoslovaca, vieja y supersticiosamente religiosa, solía llevarlo a diversas iglesias de su ciudad natal" (Erikson, 1964, p. 165).

VISIÓN DEL MUNDO

Mahler es un sujeto marginado de la tradición del dolor del mundo (Weltschmerz). Asimiló una noción de humanidad de masas desheredada.
"Cocinándoles a los niños su alimento musical, Mahler se acomoda abismalmente al proceso histórico de la regresión del oír. Mahler acude a consolar a una humanidad dotada de un yo debilitado, a una humanidad incapaz de autonomía y síntesis. Simula un lenguaje que se está desintegrando, para liberar así el potencial de aquello que sería mejor que los altivos bienes culturales". Theodore W. Adorno (1960, op., p. 83).
Freud construyó una imagen del sujeto determinado por los procesos inconscientes, con un futuro pesimista de la humanidad. 
"La imagen del mundo judío según la cual la diáspora renueva eternamente el tradicional exilio en el momento preciso en que uno ´está llegando´. De allí que la frase: ‘la próxima pascua en Romaescrita a Fliess manifiesta el anhelo israelita por el hogar ancestral tal como lo expresa la plegaria de pascua ‘el año próximo en Jerusalén’" (Erikson, 1964, p. 3).
En el texto encontramos referencias particulares de Freud y Mahler que corresponden a su esfera íntima, privada, interiorizada en su proceso de socialización, dentro de una familia con su propia estructura y dinámica en un medio social global. La estructura homóloga de Mahler y Freud como pertenecientes a una comunidad judía de centroeuropea durante el período histórico desde la segunda mitad del Siglo XIX a la primera del XX.

Los judíos, el pueblo del Libro, vivieron en la frontera. Sus centros de actividad eran la esfera artística y científica. La entrega excesiva al trabajo y el escaso tiempo de ocio eran el motivo central que expresan la sentencia de que no hay tiempo suficiente. La generación de fabricantes y comerciantes procrearon a escritores, músicos, científicos, de la tienda familiar a la biblioteca y conciertos. Los judíos de Viena pretendieron a alcanzar la meta en el arte y la ciencia sin sometimiento. La segunda generación separada del ghetto de la comunidad. Casi quebrados sus nexos con la tradición, asimilados con su lengua, aunque con etiquetas.

En la comunidad se encuentra la Kulturjuden; la familia y la cocina materna, la solidaridad de los sujetos en el sufrimiento. Soportaron un nivel de injusticia construyendo un núcleo masoquista. El Yiddish, una lengua de marginación. Es indo-ario, producto de la persecución alemana en la Edad Media y el asentamiento en una Polonia destruida por los tártaros. La identidad judía conformada por un secreto oculto de una estructura psíquica común. La expresión corporal, la unión familiar y la reverencia por la lectura y escritura, por la exégesis.



Portada: Pintura de Michel Cheval
Diagramación & DG: Pachakamakin


NOTAS

[1] Lucien Goldmann en su participación a la conferencia de Michel Foucault ¿Qué es un autor? Realizada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de Febrero de 1969, publicado por la Universidad Autónoma de Tlaxcala, p, 48.

[2] Berdini describe la arquitectura de Gropius, a saber, "empobrecer el vocabulario para enriquecer la sintaxis, es decir, las relaciones con la existencia a través de la exclusión de lo gratuito y de la inclusión de lo imprescindible que se traduce en meras relaciones geométricas y matemáticas para llegar, por fin, ala a la autenticidad liberadora y virtuosa de la idea" Cf. Paolo Berdini (1983), Walter Gropius, Barcelona, Gustavo Gilli, p. 11.

[3] Poema en Berndt W. Wessling (1980) Alma. p.165.


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5.18.2012

LAS BODAS CABALÍSTICAS DEL REY

Por Carlos de Tilo [*]



A PROPOSITO DEL QUIJOTE

INTRODUCCION

En la segunda parte del Quijote, Cervantes nos cuenta la historia de Las Bodas de Camacho el rico con el suceso de Basilio el pobre [1], cuyo contenido tradicional nos ha parecido evidente.

El ensayo que ofrecemos tiene por objeto proponer al lector un comentario cabalístico de este episodio a partir del análisis literal del texto.

De entrada se nos plantea una cuestión que tal vez parecerá absurda y fuera de lugar a la mayoría de los respetables académicos cervantistas españoles:

¿Es Cervantes un cabalista enmascarado? ¿Podemos afirmar que, en realidad, aquí nos habla Cervantes de las bodas cabalísticas del Rey? Intentaremos comprobarlo.

Según las investigaciones del profesor Leandro Rodríguez, publicadas en su libro Don Miguel, judío de Cervantes [2], parece probable que el autor del Quijote no naciera en Alcalá de Henares, sino en el pueblo de Cervantes, cerca de Sanabria, en los montes de León. Antes de la Inquisición, esta región tenía fuerte densidad de población judía. Cervantes pues, sería de origen judío, hijo de padres conversos, que escondieron su verdadera identidad bajo el nombre de su pueblo de nacimiento.

Eso lo confirma la Sra. Ruth Reichelberg, profesora de la Universidad de Bar-Han, cerca de Tel Aviv, en un excelente ensayo publicado en francés, en 1989: Don Quichotte ou le roman d'un juif masqué [3]. Gracias a su formación hebraica, la autora intuye por instinto el sentido verdadero del mensaje cervantino.

Hace unos años, Dominique Aubier ya había olfateado lo mismo [4]. El desconocimiento de esta realidad hebraica en la obra de Cervantes ha hecho que los comentarios de la casi totalidad de los cervantistas desde el siglo XVIII fueran superficiales, sin lograr penetrar más allá de la máscara que Cervantes tuvo que imponerse por evidente prudencia. 

Estudiar la literatura española de los siglos XVI-XVII, sin tener en cuenta el hecho judío es ignorar voluntariamente una parte integrante de España, a la que hay que añadir las aportaciones de la cultura islámica, sin olvidar además todo el conjunto de la cultura clásica, propio del Renacimiento, o sea el hermetismo griego. Pero eso es otro tema.
A pesar de la terrible represión decretada en 1492, a pesar de todos los esfuerzos de limpieza de la sangre, la mancha ha quedado, y precisamente, es lo que formó la peculiar riqueza del genio español: tres religiones hijas de Abraham, tres culturas, tres lenguas unidas en un mismo pueblo. Y ¿quién puede negar que gran parte de la gloria del siglo de Oro español fuese debida a esta mancha? ¿No eran conversos la mayoría de sus representantes más brillantes, empezando por el maestro Cervantes? Hay que reconocerlo. También es cuando la lengua castellana alcanzó su perfección.

Pese a los decretos reales y a la intolerancia inquisitorial, la fusión profunda entre judaísmo y cristianismo se realizó, como en secreto, gracias a los primeros cabalistas cristianos y, a partir de España, se difundió en toda Europa.

Pero esa reforma en profundidad iniciada dentro de la Iglesia en los siglos XIV y XV por sus representantes más eruditos e iluminados y en mayoría conversos, no fue asumida por la jerarquía. Si hubiese aprovechado la Iglesia esa ocasión de reformarse desde dentro, tal vez no se hubiera producido la rebelión de los partidarios de Lutero, desde luego celosos en su lucha contra los abusos del clero, pero desgraciadamente poco instruidos respecto a los misterios de su tradición. Y en su Contrarreforma, la Iglesia no se reformó, sino que al contrario, endureció su acción represiva y de rechazo a todo lo que hubiera podido enriquecerla.

En el capítulo XXI de la primera parte, con una punta de picardía, Cervantes hace decir a Sancho:
«Sea por Dios, que yo cristiano viejo soy, y para ser conde esto me basta. Y aun te sobra, dijo don Quijote; y cuando no lo fueras, no hacía nada al caso; porque, siendo yo el rey, bien te puedo dar nobleza sin que la compres...» [5].
Una nobleza pues, que no se compra con dinero. Así pues, Sancho es cristiano viejo, pero don Quijote de la Mancha, simplemente dice: soy el rey (lo que permite sospechar que no es cristiano viejo). El cristiano es el criado y el judío es el amo. Es el mundo al revés según la óptica de la Iglesia oficial. Soy el rey, soy el cabalista, el que da auténtica nobleza al cristiano; éste no puede despreciar su fundamento hebraico, ya que depende de él, lo mismo que Sancho de don Quijote.

Y eso es precisamente lo que hicieron los cristianos cabalistas.
Respecto a este fundamento hebraico del cristianismo, leamos lo que decía A. de Nebrija:

«No consintáis que las Sagradas Letras sean profanadas por hombres ignorantes de todas las buenas artes. Favoreced los ingenios. Y realzad aquellas dos luces de nuestra religión ya extinguidas, las lenguas griega y hebrea... Mientras la otra lengua (e.d. el hebreo) está despreciada y, si se lograre lo que éstos desean, muy en breve esta lengua tan venerada como antigua, a la que fueron confiados los principios de nuestra religión, quedará envuelta en tinieblas. Pues si se prohibe la lectura de los códices hebreos o si los hacen desaparecer, los disipan, desgarran y queman, si creen que en modo alguno nos son necesarios los libros de los griegos en los que fueron echados los cimientos de la Iglesia primitiva, forzosamente nos veremos envueltos en aquel caos antiguo, anterior a las Sagradas Escrituras; los hombres, privados de las dos antorchas de las Sagradas Letras, habremos de estar dando vueltas en las tinieblas de una noche sin fin» [6].

Precisamente, del rey vamos a hablar a propósito de este episodio de las Bodas de Camacho. El rey es Basilio, por supuesto, ya que en griego, rey se dice basileus. Pero antes de intentar comentarlo será necesario presentar un breve resumen de esta historia del rico y el pobre.

RESUMEN

Basilio, que vivía en el mismo pueblo que los padres de Quiteria, «se enamoró de ella desde sus tiernos y primeros años y ella fue correspondiendo a su deseo con mil honestos favores, [...] Fue creciendo la edad», y el padre de Quiteria decidió casar a su hija con el rico Camacho, ya que Basilio era pobre. Llega el día de la boda, a la que van a asistir don Quijote y su escudero. La suntuosidad de la fiesta estaba en relación con la riqueza del prometido: música, cantos, bailes, representación teatral y danzas alegóricas; en cuanto a la comida, era «tan abundante que podía sustentar a un ejército». Al mirar todo eso y sobre todo al olerlo, Sancho se quedó boquiabierto y admirado por las riquezas de Camacho.

Aparecen los novios acompañados por el cura y la parentela de entrambos. Antes de empezar la ceremonia del matrimonio, se presenta Basilio ante Quiteria, a la que reprueba su ingratitud, y puesto que estaban prometidos desde siempre, para que pueda casarse con Camacho, se mata con la punta de acero de su bastón y cae bañado en su sangre. Moribundo, pide a Quiteria que le dé la mano de esposa, así podrá morir en paz y Quiteria casarse con Camacho. Don Quijote apoya la petición del herido. Finalmente Quiteria dice sí y el cura les da la bendición.

En este momento se levantó en pie Basilio y sacó el estoque: «Se halló que la cuchilla había pasado no por la carne y costillas de Basilio, sino por un cañón hueco de hierro que, lleno de sangre, en aquel lugar bien acomodado tenía».

Los acompañantes de Camacho, burlados por la estratagema de Basilio, quieren vengarse y sacan sus espadas, pero don Quijote, «A caballo y con la lanza sobre el brazo» se puso delante y «a grandes voces decía: Quiteria era de Basilio y Basilio de Quiteria, por justa y favorable disposición de los cielos, que a los dos que Dios junta no podría separar el hombre y el que lo intentare, primero ha de pasar por la punta desta lanza».
Todos se quedaron sosegados y convencidos por las razones de don Quijote.

«Camacho quiso que las fiestas pasasen adelante como si realmente se desposara, pero no quisieron asistir a ellas Basilio ni su esposa ni secuaces, y así se fueron a la aldea de Basilio» acompañados por don Quijote y Sancho al que ´se le escureció el alma por verse imposibilitado de aguardar la espléndida comida y fiestas de Camacho...´ y así se dejó atrás las ollas de Egipto.»

INTERPRETACION

«Apenas la blanca aurora había dado lugar a que el luciente Febo con el ardor de sus calientes rayos las líquidas perlas de sus cabellos de oro enjugase...»

Parece que, desde el principio, Cervantes nos quiera sugerir algo. Dice El Mensaje Reencontrado: «Cuando hayamos asido al Señor por su cabellera dorada...» (XIX, 29) Este oro celeste es la clave del conocimiento y el secreto de la Cábala. El caballero andante que logra asirlo ha encontrado a la Dama de sus pensamientos y celebra sus bodas cabalísticas.
«... cuando don Quijote sacudiendo la pereza de sus miembros, se puso en pie y llamó a su escudero Sancho, que aun todavía roncaba; lo cual visto por don Quijote, antes que le despertase, le dijo: ¡Oh tú, bienaventurado sobre cuantos viven sobre la haz de la tierra pues sin tener invidia ni ser invidiado, duermes con sosegado espíritu! [...] Duerme, digo otra vez y lo diré otras ciento, sin que te tengan en continua vigilia celos de tu dama... Duerme el criado y está velando el señor, pensando cómo le ha de sustentar, mejorar y hacer mercedes. La congoja de ver que el cielo se hace de bronce sin acudir a la tierra con el conveniente rocío no aflije al criado, sino al señor, que ha de sustentar en la esterilidad y hambre al que le sirvió en la fertilidad y abundancia. A todo esto no respondió Sancho, porque dormía...»
Sancho, el criado, duerme; es el hombre de este mundo, el hombre carnal; mientras tanto, su señor está velando y le «tienen en continua vigilia celos de su dama».

El criado y su amo parecen representar como las «dos partes de nuestro compuesto caído y provisional», de las que habla El Mensaje Reencontrado: la bestia y el ángel (XXIII, 17’).
No es el criado, pues, sino su señor que está:
«afligido por la congoja de ver que el cielo se hace de bronce sin acudir a la tierra con el conveniente rocío».
Está afligido porque el cielo no derrama la Bendición, y con Isaías, canta: «¡Oh cielos! derramad desde arriba vuestro rocío; y lluevan las nubes al justo: ábrase la tierra y brote al salvador, y nazca con él justicia. Yo, el Señor lo he creado» (XLV, 8).

«Está afligido» pues, porque el bronce no suena; con bronce se hacen las campanas y su sonido es el mismo que la voz del Señor que resuena cuando crea el mundo, o dicho de otra manera, en el momento de las bodas del cielo con la tierra. Es lo que está esperando don Quijote, mientras duerme el asno.

El criado sirve a su amo en la fertilidad y abundancia de este mundo, porque le da el soporte imprescindible para su manifestación. En cambio, el amo le ha de sustentar, mejorar y hacer mercedes en la esterilidad y hambre de los sentidos brutos.
«Despertó, en fin [Sancho] soñoliento y perezoso, y volviendo el rostro a todas partes, dijo: De la parte desta enramada, si no me engaño, sale un tufo y olor harto más de torreznos asados que de juncos y tomillos: bodas que por tales olores comienzan, para mi santiguada, que deben de ser abundantes y generosas.»
¿Qué es lo que despierta al hombre carnal? No es por cierto el perfume del rocío celeste, sino ¡el olor del tocino asado! ¡Desde luego, éste no es judío! Antes de contarnos las fiestas y ceremonia de la boda, Cervantes sólo nos habla de Sancho y de su comportamiento ante el espléndido banquete que están preparando los cocineros y cocineras «que pasaban de cincuenta». Esta descripción ocupa más de dos páginas, lo que parece poner en evidencia el contraste que existe entre Sancho-Camacho por un lado y don Quijote-Basilio por otro.

Sancho representa Esaú, pues lo mismo que Sancho, que no piensa sino llenarse la panza, Esaú dice a Jacob: «Dame de esa menestra roja que has cocido, pues estoy sumamente cansado. Por esa causa se le dio después el apellido de Edom» (Gén. XXV, 30). En cuanto a Camacho -en hebreo camah significa mucho- de alguna manera también se identifica con Esaú por su riqueza en el mundo, ya que dijo Esaú: «Tengo mucho» (Gén. XXXIII, 9); le contestó Jacob: «Tengo todo». El todo es la unión del cielo y la tierra de los cabalistas. Lo mismo podrá decir Basilio después de realizar su boda. Observemos que don Quijote es quien defendió su causa.

Ahora este rústico Sancho nos va a dar su opinión sobre los protagonistas de esa boda, una opinión conforme con su llana razón de hombre profano:
«Mas que haga lo que quisiere: no fuera él pobre y casarse con Quiteria. ¿No hay más sino no tener un cuarto y querer casarse (o alzarse) por las nubes? A la fe, señor yo soy de parecer que el pobre debe de contentarse con lo que hallare y no pedir cotufas en el golfo [7]».
«Casarse por las nubes» es precisamente lo que va a realizar Basilio y lo que Camacho, el rico en este mundo, no puede hacer: casarse con el cielo. Covarrubias dice que casar viene de casa [8]: Casarse es hacer casa, el cielo en casa, pues es el cielo terrestre. (Casar, del hebreo qsr, vincular). En efecto, Quiteria en hebreo es Keter yah, Keter, la corona, la primera sefirah; Yah es yod, la segunda sefirah, Hokmah(Sabiduría) y hé, la tercera, Binah (Inteligencia). Quiteria representa las tres primeras Sefirot, las del mundo de la Emanación. Se trata del principio sutil de la cábala, pero para Sancho eso es pedir una cosa imposible. No olvidemos que Sancho es cristiano viejo, pues para él la cábala es un sueño herético de los judaizantes.

Qtr es también el incienso (y el verbo qtr significa unir, vincular), el humo del incienso que une el cielo con la tierra. A partir de la emanación de las tres primeras sefirot empieza el mundo de la creación, o sea las bodas cabalísticas del Rey (Basilio) cuya finalización es Malkut, la última sefirot; allí, el Rey está en su reino.

Quiteria también podría aludir a la raíz árabe Qtr y significaría la que llueve, la que desciende por goteo, o sea, el rocío celeste del que hemos hablado. Qitr, es cobre. Qatr, es incienso.

Citerea es uno de los nombres de Venus, porque al nacer, el Céfiro la llevó a aquella isla.
«Yo apostaré un brazo que puede Camacho envolver en reales a Basilio, y si esto es así, como debe de ser, bien boba fuera Quiteria en desechar las galas y las joyas que le debe de haber dado, y le puede dar Camacho, por escoger el tirar de la barra y el jugar de la negra (espada) de Basilio [...] Sobre un buen cimiento se puede levantar un buen edificio y el mejor cimiento y zanja del mundo es el dinero.»

La palabra dinero procede de denario, cuyo significado es lo que se refiere o contiene el número 10, o sea la Palabra divina.

Sancho cita aquí un refrán, al parecer cabalístico, que no es capaz de entender si no es en un sentido profano; desde luego, las perlas no son para los cerdos. ¿Cómo puede saber este asno que el mejor cimiento del mundo para levantar el buen Edificio, que es el Templo, es el denario, o dicho de otra manera, el oro del Templo?
«Por quien Dios es Sancho, dijo a esta sazón don Quijote, que concluyas con tu arenga...»
Las declaraciones de Sancho parecen escandalizar a don Quijote, ya que sin duda alguna el dios de Sancho es el dinero; admira a Camacho por sus riquezas y desprecia al pobre. «No podéis servir a Dios y a Mamona [9]» (Mt. 6, 24).

Luego empieza la fiesta con «...danza de artificio y de las que llaman habladas. Era de ocho ninfas repartidas en dos hileras: de la una hilera era guía el dios Cupido y de la otra el Interés. Las ninfas que al Amor seguían... eran Poesía, Discreción, Buen Linaje y Valentía. Las que al Interés seguían eran: Liberalidad, Dádiva, Tesoro y Posesión pacífica...»

«Dijo don Quijote: ¡Bien ha encajado en la danza las habilidades de Basilio y las riquezas de Camacho!»

Este comentario de don Quijote pone de relieve el contraste que existe entre la hilera guiada por Cupido o sea las habilidades de Basilio, y la guiada por Interés, las riquezas de Camacho.

¿Y cuáles son las habilidades de Basilio? Cupido guiaba: 1.Poesía, del griego poieo, crear, engendrar. 2.Discreción, del latín discernere, separar la verdad del error, lo puro de lo impuro. 3.Buen linaje, la descendencia de Abraham. 4. Valentía, fuerza, valor, en latín virtus.

En cambio, las cuatro seguidoras de Interés están relacionadas con la riqueza. Covarrubias explica que «Interesal es el que no haze cosa graciosa [gratuita] sino moviéndose siempre por su interés y provecho. El interés es la polilla de la virtud. Nuestro Redemptor dixo que al que atesora en el cielo está seguro de la polilla». El interés humano pues, es lo opuesto al amor de Dios, o sea Cupido.


El Amor canta:

«Yo soy el dios poderoso

en el aire y en la tierra

y en el ancho mar undoso,

y en cuanto al abismo encierra

en su báratro espantoso.

Nunca conocí qué es miedo;

todo cuanto quiero puedo,

aunque quiera lo imposible,

y en todo lo que es posible

mando, quito, pongo y vedo.»

En cambio dijo el Interés:

«Soy quien puede más que Amor,

y es Amor el que me guía;

Soy de la estirpe mejor

que el cielo en la tierra cría,

más conocida y mayor.

Soy el Interés, en quien

pocos suelen obrar bien,

y obrar sin mí es gran milagro;

y cual soy te me consagro,

por siempre jamás, amén.»

«Sancho Panza, que lo escuchaba todo dijo: El rey es mi gallo: a Camacho me atengo.- En fin, dijo don Quijote, bien se parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen: ¡Viva quien vence!»
«El rey es mi gallo, a Camacho me atengo». Dice la nota 23 de L.A. Murillo:
«En las contiendas de gallos, el que apostaba indicaba su preferencia con la frase: ¡Este es mi gallo! Sancho quiere decir que el que vence es mi gallo y me atengo a la riqueza y el poder».
Así, Sancho se equivoca en su apuesta, ya que el rey y el que vence no es Camacho, sino Basilio (Basileus). Hay que observar que, tal como lo hemos visto, don Quijote también se presenta como el rey. Así pues, podemos deducir de ello que Dulcinea representa para don Quijote lo mismo que Quiteria para Basilio.

Y cuando vio don Quijote a Quiteria, «parecióle que, fuera de su señora Dulcinea del Toboso, no había visto mujer más hermosa jamás».

Y más adelante dice don Quijote: «Mirad, discreto Basilio: opinión fue de no sé qué sabio que no había en todo el mundo sino una sola mujer buena...»

Mucho apostaría que este sabio del que Cervantes no quiere dar el nombre es un rabino cabalista que canta las alabanzas de la Shekinah.
«...y daba por consejo que cada uno pensase y creyese que aquella sola buena era la suya, y así viviría contento».
Esta única mujer buena sabemos quien es: Shekinah, en hebreo es la Presencia divina en el hombre, o sea que reúne a los dos que estaban separados, por eso dijo el Señor: «No es bueno que el hombre esté solo, le haré una ayuda frente a él». Sin ella, no hay regeneración posible para el Adán exiliado en este mundo.
«...bien se parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen: ¡Viva quien vence! -No sé de los que soy, respondió Sancho, pero bien sé que nunca de ollas de Basilio, sacaré yo tan elegante espuma como es esta que he sacado de las de Camacho.- Y enseñóle el caldero lleno de gansos y gallinas y asiendo de una, comenzó a comer con mucho donaire y gana.»
Ahora llegan los novios acompañados por el cura que se prepara para la ceremonia de la bendición nupcial.

También se presentan los parientes y amigos. En este momento es cuando aparece
«...un hombre vestido al parecer de un sayo negro».

Basilio viene para morir a este mundo y renacer en el mundo por venir. Dice Covarrubias: «Sayo: ...los que hazían penitencia pública se vestían destos sacos, echándose ceniça en la cabeza. En la primitiva Iglesia fué hábito de penitencia, y se llamó saco benedicto, que oy dezimos San Benito, insignia de la Santa Inquisición, que echa sobre el pecho y espaldas del penitente reconciliado.»

Es normal que Basilio lleve el Sambenito, ya que por ser cabalista habrá tenido problemas con la Inquisición.
«...jironado de carmesí a llamas», las llamas significan la purificación por el fuego. Covarrubias: «Carmesí, del hebreo karmil, púrpura».
«Venía coronado, como se vio luego, con una corona de funesto ciprés».
Este árbol se planta en los cementerios, o sea en las cenizas de los antepasados. Ver El Mensaje Reencontrado: «Recordemos que el culto de los santos antepasados completa el culto de Dios, que es el Viviente de eternidad.-Adoremos el sol de vida y no despreciemos las cenizas de los Antepasados» (XIV, 9’).

El culto de los santos antepasados, que completa el de Dios, es también el culto de su mensaje escrito, de su Palabra que dice la edad de Oro; nos lo han dejado en herencia como fieles Servidores de Dios.

Pero esas palabras de los antepasados han quedado como cenizas, ya que han muerto en el olvido de los hombres que no saben revivificarlas. El ciprés simboliza la muerte por la que ha de pasar el rey, lo mismo que el oro físico, que ha de disolverse en su propia substancia. La corona de ciprés, desde luego, alude a la corona Keter, que primero mortifica antes de vivificar; y podemos imaginar que se levantará este rey con una corona de laurel; dice Covarrubias que es «árbol de perpetuo verdor en sus hojas, y entiéndase está, por esta razón, consagrado a Apolo, el cual fingen los poetas en perpetua juventud y verdor». La Bendición, Keter, primero cae sobre la raíz del árbol, luego se eleva: entonces es el Rey con su corona de oro puro.
«En las manos traía un bastón grande».
«El Arte negado por pereza, se ve en naturaleza del rústico bastón», dice EH [10]. Este bastón puntiagudo, en el sacrificio de Basilio, va a devolver la medida a lo desmesurado; este medio natural va a unir lo más alto con lo más bajo.
«Llegó, en fin cansado, y sin aliento, y puesto delante de los desposados, hincado el bastón en el suelo, que tenía el cuento de una punta de acero.»
«...hincado el bastón en el suelo», podría indicar la naturaleza fija, corpórea y sensible del Conocimiento o Gnosis.
«...mudada la color, puestos los ojos en Quiteria, con voz tremente y ronca estas razones dijo: Bien sabes, desconocida Quiteria, que conforme a la santa ley que profesamos, que viviendo yo, tú no puedes tomar esposo... muera, muera el pobre Basilio».
¡Muera el pobre para vivir, y viva el rico para morir!, pues tengo que morir, o sea sacrificarme, a fin de poder unirme contigo. Es lo que enseña la santa Ley que, en secreto, profesamos; la alusión a la Torá es clara. Basilio, con el Sambenito, todavía profesa su santa Ley-Torá. Camacho-Esaú no profesa nuestra Ley, y Esaú es Edom, la Roma cristiana perseguidora de los judíos, que quiere acaparar a la Torá, pero al encerrarla en sus ritos es incapaz de hacerla fructificar. Los doctores de la Iglesia están actuando como los de la ley de Moisés, a los que en su época, recriminaba Jesús: «¡Ay de vosotros doctores de la ley! porque habiendo tomado la llave de la gnosis, no habéis entrado vosotros mismos, y, a los que querían entrar se lo habéis impedido» (Lucas XI, 52). Esta llave, desde luego, es el Don de la Cábala.

Otro perseguidor de los judíos fue el Faraón, por eso Cervantes, al final de la historia menciona las ollas de Egipto a propósito de las de Camacho. Así pues, lo mismo que Moisés, que se apoderó del Elohim del Faraón -o sea que hizo bajar a Isis, a fin de salir con su pueblo de la tierra de servidumbre e ir hacia Canaán, la tierra de abundancia, donde fluye la leche y la miel-, igualmente Basilio se adueña de la Quiteria de Camacho y, con los suyos, se va a su aldea, dice Cervantes.

Covarrubias explica que aldea es nombre griego, del verbo al-dainw, alimentar, fortificar, crecer, multiplicar. Allí, en esa pura tierra de promisión es donde va a crecer el Rey, fortificándose y multiplicándose hasta su perfecta maduración áurea.

El padre de Quiteria había decidido casar a su hija con Camacho, igualmente Isaac quería transmitir su bendición a su primogénito Esaú, pero la bendición era para Jacob. Es lo que dice don Quijote:
«Quiteria era de Basilio, y Basilio de Quiteria por justa y favorable disposición de los cielos».
«Y diciendo esto, asió del bastón que tenía hincado en el suelo, y quedándose la mitad dél en la tierra, mostró que servía de vaina a un mediano estoque que en él se ocultaba; y puesta la que se podía llamar empuñadura en el suelo, con ligero desenfado y determinado propósito se arrojó sobre él, y en un punto mostró la punta sangrienta a las espaldas...» Basilio se sacrifica y, moribundo, pide la mano de esposa a Quiteria:
«En oyendo don Quijote la petición del herido, en altas voces dijo que Basilio pedía una cosa muy justa y puesta en razón, además, muy hacedera, y que el señor Camacho quedaría tan honrado recibiendo a la señora Quiteria viuda del valeroso Basilio como si la recibiera del lado de su padre: Aquí no ha de hacer más de un sí, que no tenga otro efecto que el pronunciarle, pues el tálamo de estas bodas ha de ser la sepultura.»
Covarrubias cita un proverbio muy cabalístico: «Mesurada como novia en tálamo». Allí la novia encuentra la medida; dar mesura a lo desmesurado es volverlo conocible: La Gnosis.
Queda claro que don Quijote profesa la misma Ley que Basilio y Quiteria. Esta es la santa, única y misteriosa Ley del Señor de Amor. Nuestro hidalgo sabe que el Rey debe morir, tomar su vida en el cielo y madurarla sobre la tierra. ¡Muera el pobre para vivir, y viva el rico para morir!
«Estando pues, asidos de las manos Basilio y Quiteria, el cura tierno y lloroso, los echó la bendición».
Acordémonos de Isaac, engañado por la estratagema de Jacob; éste es quien recibió la bendición en lugar de Esaú su hermano; aquí ocurre lo mismo: el cura es engañado y Basilio es quien recibe la bendición en vez de Camacho.

«... el cual [Basilio] así como recibió la bendición, con presta ligereza se levantó en pie», se endereza; después de morir, resucita (ver Gén. XXVIII, 18). «Levantándose pues, Jacob al amanecer, cogió la piedra que se había puesto por cabecera, y erigióla como una columna y derramó aceite encima» El Mesías, Mesiah, es el ungido (de Msh, ungir).
«Quedaron todos los circunstantes admirados, y algunos dellos, más simples que curiosos, en altas voces comenzaron a decir: ¡Milagro, milagro! Pero Basilio replicó: ¡No milagro, milagro, sino industria, industria!»
Covarrubias nos dice: «Industria es hazer una cosa de industria, hazerla a sabiendas y adrede, para que de allí suceda cosa que para otro sea a caso y para él de propósito».
Hay que notar que en el curso de toda la historia, Camacho no pronuncia ni una palabra, como si fuera mudo.

«Finalmente, el cura y Camacho con todos los más circunstantes se tuvieron por burlados y escarnidos... de lo que quedó Camacho y sus valederos tan corridos, que remitieron su venganza a las manos, y desenvainando muchas espadas arremetieron a Basilio, en cuyo favor en un instante se desenvainaron casi otras tantas. Y tomando la delantera a caballo don Quijote, con la lanza sobre el brazo y bien cubierto de su escudo, se hacía dar lugar de todos... y a grandes voces decía: Teneos, señores, teneos... Quiteria era de Basilio y Basilio de Quiteria, por justa y favorable disposición de los cielos. Camacho es rico y podrá comprar su gusto cuando, donde y como quisiere. Basilio no tiene más desta oveja, y no se la ha de quitar alguno por poderoso que sea; que a los dos que Dios junta no podrá separar el hombre; y el que lo intentare, primero ha de pasar por la punta desta lanza.»

Por eso se dice: «Cada oveja con su pareja».

Si necesitáramos otra prueba o confirmación de que don Quijote no es sino un cabalista disfrazado, aquí la tendríamos, ya que con esta arenga bien se expresa como tal.
La palabra evangélica dice: «...que el hombre no separe los que Dios unió». Las bodas cabalísticas vuelven a reunir a los que el hombre exiliado había separado; se trata del NOMBRE de Dios reunificado.
«Basilio no tiene más desta oveja».
Una nota de L.A. Murillo nos remite al capítulo 12 del segundo libro de Samuel, donde se trata «desta oveja» a la que se refiere don Quijote. Se cuenta el episodio en el que David hizo matar a Uriah a fin de poder apoderarse de su mujer Betsabé. Entonces se presenta el profeta Natán en casa de David y le cuenta la siguiente parábola:
«Había dos hombres en una ciudad, el uno rico y el otro pobre. Tenía el rico ovejas y bueyes en grandísimo número; el pobre no tenía nada más que una ovejita que había comprado y criado, y que había crecido en su casa entre sus hijos, comiendo de su pan y bebiendo en su vaso, y durmiendo en su seno, y la quería como si fuera una hija suya. Mas habiendo llegado un huésped a casa del rico, ni quiso éste tocar a sus ovejas, ni a sus bueyes para dar convite al forastero que le había llegado, sino que quitó la ovejita al pobre, y aderezóla para dar de comer al huésped que tenía en casa... Oído esto David se indignó contra aquel hombre. Le dijo Natán: -Ese hombre eres tú.»
Al referirse a esta oveja que pertenece al pobre, don Quijote quiere apuntar la similitud que existe entre Quiteria y la mujer de Uriah, Betsabé; Camacho, el rico, quería adueñarse de Quiteria lo mismo que David de Betsabé.

En hebreo es Bat Sheva, Bat Eliam, Eshet Uriah (II Sam. XI, 3). Bat Sheva es hija de siete, o sea el Alma del mundo; o Bat Sava, hija de la abundancia; el Alma del mundo es la que enriquece al pobre en el mundo porvenir. Bat Eliam es hija del pueblo de mi Dios: el pueblo de mi Dios es la descendencia de Abraham, la hija de Abraham. Eshet Uriah es mujer del Fuego de IAH: el Fuego dulce de los cabalistas; o mujer de la Revelación de IAH, o sea la del Ángel al visitar a Sarah. Esta revelación es también la del NOMBRE divino: «Seré el que seré» (ver Ex. III, 14) o si se cambia de vocalización hebrea: «Seré el Fuego visitando [al hombre], IAH». He aquí, confirmado por don Quijote, el sentido cabalístico de la historia de las bodas de Camacho.

Aquí, con la discreta alusión a «esta oveja», sólo por un instante, Cervantes levanta su máscara: Quiteria es Bat Sheva, el Alma del Mundo, el Fuego de los cabalistas, el río de oro que secretamente genera, en este mundo, el siglo de oro de los Bienaventurados.
Después de la arenga de don Quijote, todos quedaron sosegados:
«Consolado, pues y pacífico Camacho y los de su mesnada, todos los de Basilio se sosegaron, y el rico Camacho, por mostrar que no sentía la burla, ni la estimaba en nada, quiso que las fiestas pasasen adelante como si realmente se desposara; pero no quisieron asistir a ellas Basilio ni su esposa ni secuaces, y así se fueron a la aldea de Basilio...»
Hemos visto el significado de «aldea».
«[...] Lleváronse consigo a don Quijote, estimándole por hombre de valor y de pelo en pecho. A sólo Sancho se le escureció el alma, por verse imposibilitado de aguardar la espléndida comida y fiestas de Camacho, que duraron hasta la noche: y así, asenderado y triste siguió a su señor, que con la cuadrilla de Basilio iba, y así, se dejó atrás las ollas de Egipto, aunque las llevaba en el alma, cuya ya casi consumida y acabada espuma, que en el caldero llevaba, le representaba la gloria y la abundancia del bien que perdía; y así, congojado y pensativo, aunque sin hambre, sin apearse del rucio, siguió las huellas de Rocinante.»
«Se dejó atrás las ollas de Egipto»: (Exodo XVI, 2-3): «Y murmuró en aquel desierto contra Moisés y Aarón el pueblo de los hijos de Israel. Les dijeron los hijos de Israel: ¡Ojalá hubiésemos muerto a manos del Señor en la tierra de Egipto, cuando estábamos sentados junto a las calderas llenas de carne y comíamos pan cuanto queríamos! ¿Por qué nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda la gente?».
Al igual que Sancho, congojado al abandonar las ollas de Camacho, sigue a su señor don Quijote, asimismo, al abandonar las ollas de Egipto los hijos de Israel, infieles e incrédulos, siguen a Moisés. Ignoraban que para poseer la abundancia inagotable de la tierra de Canaán tenían que atravesar el desierto del hambre, después de dejar atrás la ilusoria abundancia de la tierra de Egipto. Por eso al principio, mientras duerme Sancho, dice don Quijote:
«La congoja de ver que el cielo se hace de bronce sin acudir a la tierra con el conveniente rocío ni aflige al criado, sino al señor, que ha de sustentar en la esterilidad y hambre [o sea del desierto] al que le sirvió en la fertilidad y abundancia [o sea de Egipto]».
Y está escrito en El Mensaje Reencontrado: «Quien haya soportado sin desfallecer la pobreza y el abandono por la gloria de su Señor, un día será colmado de las riquezas del Universo y estará encargado de distribuir el maná de vida a los creyentes caritativos y fieles» (XVII, 46«). Es Basilio, el Rey Mesías. «Las riquezas del Universo», o sea las que el Alma del mundo, la Hija de siete, Bat Sheva, Quiteria o Dulcinea concede a su amante fiel.




Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin
Portada: Pachakamakin


[*] Carlos de Tilo es el seudónimo que utilizó en sus escritos
Charles van der Linden d'Hooghvorst [1924-2004]


[1] Cap. XIX, XX, XXI. Hemos utilizado la edición preparada por L. A. Murillo, Clásicos Castalia, Madrid, 1978, Vol. II, pp. 178-203.
[2] Leandro Rodríguez, Don Miguel, judío de Cervantes, Ed. Monte Casino, Zamora, 1992.
[3] Ruth Reichelberg, Don Quichotte ou le roman d'un juif masqué, Ed. Entailles, Bourg-en-Bresse, 1989.
[4] Dominique Aubier, Don Quichotte prophète d'Israel, Ed. Robert Laffont, Paris, 1966. Traducido al castellano como: Don Quijote, profeta y cabalista, Ed. Obelisco, Barcelona, 1981.
[5] Op. cit., cap. XXI, p. 263.
[6] Citado por Carlos Carrete, El judaísmo español y la Inquisición, Ed. Mapfre, Madrid, 1992, p. 135.
[7] es decir, pedir algo imposible.
[8] S. de Covarrubias, Tesoro de la Lengua Española, Ed. Altafulla, Barcelona, 1987.
[9] S. de Covarrubias, op. cit., dice que Mamona es el dios de las riquezas.
[10] Ver La Puerta, La Tradición Griega, Hilo de Penélope III, p. 36. La estaca puntiaguda de Polifemo, con la cual Ulises le devuelve el sentido.