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1.21.2013

LA ATRACCION DEL VACIO: LA RE-FLEXION DE GEORGES BATAILLE

Por Christopher Gibrán Larrauri Olguín
Sus Artículos en ADN Omni
E-Mail: larrauriol@yahoo.com.mx




El inacabamiento, la herida, el dolor
necesario para la comunicación.
El acabamiento es su contrario. [1]
El erotismo abre a la muerte. La muerte
lleva a negar la duración individual. [2]

Para el Psicoanálisis, la obra del pensador francés Georges Bataille (1897-1962) no sólo indica la posibilidad de retomar algunas nociones interesantes a propósito de la subjetividad, o la ocasión para ratificar algunos de sus fundamentos teóricos, sino que indica la existencia de un pensamiento -muchas veces incomprendido en su esencia- que se dedicó enteramente a dar testimonio de una idea neurálgica de la cual emana gran parte de la experiencia psicoanalítica, a saber, la vida humana como posible sólo en base a la presencia de un vacío de saber, y la atadura de los sujetos a ese punto a-histórico denominado la Cosa, lugar del goce total.


En otros términos, en muy pocas obras de la literatura se encuentra plasmada tan frontalmente la división del sujeto, su dolor concomitante y la estrecha relación que ambos fenómenos guardan con el deseo y la pulsión, como en la obra de Georges Bataille, de allí su especial importancia para todo aquél que la encuentra en su formación como psicoanalista, o de manera más general, para quien la halla en su afán por responder a las preguntas más incesantes que habitan en su corazón siempre a partir de una imperiosa disquisición referente al mundo parlante.

Dicha afinidad entre Bataille y el Psicoanálisis freudo-lacaniano no es del todo casual, pues se sabe del acercamiento de Bataille a la obra de Freud y de su análisis con Adrien Borel en los años veinte, y sobre todo, se conoce que Bataille mantenía una cercanía notable con Jacques Lacan, al lado de quien asistió a los Seminarios de Alexander Kojève en torno a Hegel, y quien además contribuyó a la confección de su célebre libro El erotismo; por otro lado, en los años treinta el mismo Lacan se casaría con la actriz Sylvia Bataille, quien evidentemente antes había sido esposa del mismo Georges Bataille.

Sin embargo, más allá de las concordancias históricas con carácter de anécdota entre Bataille y el Psicoanálisis, insisto en poner énfasis en otra concordancia, ésta más bien de tipo existencial, que ya he introducido y a propósito de la cual el presente artículo versará; nexo que se traduce en una apreciación de la vida humana como la única desgarrada por el anhelo de consistencia, bordeada por la noción de ausencia que el orden simbólico imprime, noción de la que tanto Bataille como el Psicoanálisis beben, al extremo de apreciar algunos de los temas más apremiantes del quehacer humano como lo son la Ciencia, la Filosofía, el Erotismo y el Arte (en especial la Poesía), en base precisamente a ese agujero que constituye la respuesta a la pregunta por lo fundamental del hombre y su entorno que, Bataille, en algún momento, y Lacan, de manera constante, han denominado lo real.




BATAILLE Y EL BINOMIO CIENCIA-FILOSOFIA

A Bataille se le reconoce en los círculos de lectores ante todo como filósofo y/o como escritor ejemplar de lo erótico más que como un artista trascendental que se aventuró en lo ominoso de la totalidad de la existencia. Al mismo tiempo, se afirma –con derecho- que Bataille era un hombre muy interesado en las llamadas “ciencias humanas”, en especial en la Antropología y la Sociología –baste con recordar la influencia de Callois en su pensamiento- a las cuales recurrió sobre todo durante su trabajo como bibliotecario. Empero, lo que no se reconoce ni se menciona con igual énfasis es que ambas inclinaciones por la Filosofía y la Ciencia, ciertamente presentes en Bataille, desembocan en una oposición a la pretensión a la que ambos saberes están orientados, soslayando en ese movimiento tal vez lo más trascendente de la obra de Bataille.

Si bien existen diferencias de peso entre la actividad de la ciencia, la cual basa sus expectativas en demostrar “objetivamente” sus hallazgos a través de la forclusión de la verdad, y la Filosofía que, por su parte, no puede más que optar por proposiciones que sólo se pueden sustentar subjetivamente y que intentan rellenar el hoyo producido por el Significante, ambas disciplinas se intersectan en el punto de intentar ante todo establecer una Cosmovisión del Universo; siempre con la intención de llegar a aprehender la totalidad, o sea, la armonía del hombre, es que ambas posturas se lanzan a la cogitación.

Es decir, el objetivo máximo de Ciencia y Filosofía no es otro que el de apropiarse de lo real mediante el Símbolo, poder decir la última palabra o producir el cálculo final que significarían el cese de la falta de concordancia del hombre consigo mismo y con su mundo, por lo tanto, su objetivo es lo imposible por excelencia, tal y como lo afirma Bataille, pues lo imposible se emparienta con lo Real y lo Real es el saldo de la entrada del cuerpo a la Cultura, es lo inefable a secas, la expulsión del reino de la omnipotencia, de ese punto no marcado por la historia y que constituye su mítico inicio.

He aquí, a mi entender, el precepto más importante en el que Bataille se apoya en su aproximación a la Ciencia y a la Filosofía: a partir de la extracción de sustancia que el Lenguaje ejerce sobre el organismo humano y que se materializa en una falta estructural, -condición necesaria para formar parte de la sociedad-, la imposibilidad de un Otro con el significante que dé consistencia definiendo al Sujeto. Como lo menciona Safouan: 

“Se puede decir que el Significante es el significante de la castración. Si tenemos el nombre, no tenemos la cosa.”. [3] 
En otras palabras: 
“El yo que aparece en el enunciado designa a aquel quien efectúa el acto de enunciar; hasta aquí es lo que dicen todos los lingüistas, pero eso que callan, helo aquí: ese yo designa el Sujeto de la enunciación, pero no lo significa”. [4]
Es decir, la función primordial del Lenguaje es la castración, entiéndase la fundación del Orden Simbólico en el devenir del cuerpo para así humanizarlo. Esto produce una pérdida de satisfacción (goce) como pago por el derecho de formar parte de la civilización, representa el peso de las leyes del significante sobre el ser del hombre, representa, en fin, la constancia de un “algo” no presente. 
“La pérdida de goce es el resto irreductible de la operación simbólica de advenimiento del sujeto en el campo del lenguaje y la cultura, en el lugar del Otro. La operación del lenguaje deja caer un resto de goce porque la hegemonía del orden simbólico que el padre tiene como función asegurar no es absoluta. Este resto, elemento extraño a la naturaleza misma de lo simbólico, constituye a la vez el núcleo de su estructura: es el punto real, refractario a toda captura significante, el ombligo en torno del cual la palabra entreteje sus redes”. [5]
Siendo el Lenguaje un invento del hombre, sin duda el más trascendente, se encuentra incapacitado para definir a su inventor, es una cuestión de lógica radical. Esto es la castración, el interdicto de completud que rige a la Cultura y que ésta instaura en sus miembros con su edificio simbólico, de aquí la imposibilidad de poder dar una explicación final sobre lo que representa el cese de lo que Bataille llama la “discontinuidad” del hombre.

Se colige entonces la impostura tanto de la Ciencia como de la Filosofía, que como he dicho, pretenden decirlo Todo en torno al hombre mediante la utilización del lenguaje, impostura que el mismo Bataille denuncia así: 

“La máxima inteligencia es en el fondo la mejor engañada: pensar que se aprehende la verdad cuando sólo se huye de ella, y vanamente, es la evidente necedad de todos. Nadie tiene verdaderamente lo que se piensa: algo de más” [6].
Nadie tiene el significado de la vida que pudiera orientarla a la estabilidad, que pudiera orientarla a una aprehensión del goce del cual todo hablante es carente precisamente por ser hablante, pues, como se ha mencionado, la palabra mata la Cosa y hace que ésta se convierta en “la emperatriz intangible de la vida anímica, objeto absoluto” [7] que, precisamente por ser intangible es que se vuelve lo imposible, un más allá del sentido que el mismo sentido postula instaurando la pérdida de sustancia en el cuerpo humano, la razón por la cual “de ordinario subsiste una intención oculta de felicidad inaccesible”. [8]

A partir de este razonamiento es que yo dudo en llamar a Bataille “filósofo”, en todo caso, habría que llamarlo denunciante de la imposibilidad de una filosofía absoluta, como él mismo lo dijera: 

“La Filosofía no sale de sí misma, no puede salir del Lenguaje. Utiliza el Lenguaje de tal modo que jamás le sucede al silencio. De modo que el momento supremo excede necesariamente a la interrogación filosófica. La excede al menos en la medida en la que la Filosofía pretende responder a su propia pregunta. Así es como debemos situar la dificultad”. [9]
En este mismo sentido, Bataille puede ser apreciado como contestatario del sueño de la Ciencia que, en última instancia, consiste en la forclusión de la subjetividad al pretender pasar por alto la falta inherente al uso del Lenguaje que siempre abre un más allá del logos.
“Si la Ciencia discierne lo posible: debe discernirlo exactamente. Se calla en el instante en que la reflexión se pierde en lo imposible. La Ciencia enfrenta a la muerte, pero si habla de ella se refiere a sus consecuencias reales”. [10] 
En otras palabras, la Ciencia niega que de la muerte nada sabemos y que por eso mismo es indomable. En efecto, aquello que tanto Ciencia como Filosofía pretenden domar o al menos captar, es el origen y el fin de la vida.

La muerte es de esta forma sinónimo de goce, pues viene a poner término al deseo y apaciguamiento a la pulsión, a esa instancia que incita a los hombres a la recuperación de la Cosa tachada por la Ley. 

“Hay en la naturaleza, y subsiste en el hombre, un impulso que siempre excede los límites y que sólo en parte puede ser reducido. Por regla general, no podemos dar cuenta de ese impulso”. [11]
Tenemos que ese Vacío que se alberga en la subjetividad es vacío de goce, ausencia de continuidad que en el fondo es la razón que incita a los sujetos a un más allá de la realidad. La castración deja un resto de “animalidad” que se materializa en lo pulsional, en esa fuerza violenta cuya máxima sería el regreso a lo inorgánico, al núcleo originario que posibilita la historización, el grado primario de ésta última.

El goce es, de esta forma, aquella sustancia generadora de un arredramiento y de un ímpetu simultáneo en el discurso humano, es decir, el deseo humano está motivado a su consumación pero esa consumación representaría el cese de la vida misma conforme al lazo social. 

“En el plano definido por lo que vengo desarrollando, la continuidad divina está vinculada a la transgresión de la ley que funda el orden de los seres discontinuos. Los seres discontinuos que son los hombres se esfuerzan en perseverar en la discontinuidad. Pero la muerte, al menos la contemplación de la muerte, los devuelve a la experiencia de la continuidad”. [12]
La nada entendida no como la ausencia sino como la presencia abrumadora de la satisfacción es el objeto máximo de la pulsión, la generadora de violencia, y es del corte del fallecimiento del sentido, esa es la Verdad, y por ser fuera del sentido, es inalcanzable a través de los mecanismos de Lo Simbólico, lo que Filosofía y Ciencia niegan férreamente. Bataille y el Psicoanálisis optan por el camino inverso, por el reconocimiento de una nada de la que brota el sentido y a la cual éste último está encaminado sin augurio deseable de alcanzarlo:
“Finalmente, la pregunta se plantea de nuevo: -el miedo. . .; sí, el miedo, al cual sólo alcanza lo ilimitado del pensamiento. . .; el miedo, sí; pero ¿El miedo de qué?... La respuesta llena el universo, llena el universo en mí: -...evidentemente, el miedo de NADA …”. [13]
La Teoría Psicoanalítica reconoce pues que es precisamente esa NADA la que moviliza la existencia del deseo humano y la energía vital de la pulsión sin la que “nada” de lo existente en la Cultura sería posible, debido a que, si el hombre no fuese subsidiario de la falta creada por el Lenguaje, la Civilización simplemente nunca hubiera sido pues su néctar se encuentra en el Símbolo, en el establecimiento de la prohibición del goce.

Este es el dolor de existir incurable de la humanidad: estar del lado de la ex-sistencia y no del de la omnipotencia. En su insatisfacción es que radica el sufrimiento humano, pero también ahí se genera la semilla de su creación, el material para la construcción, para la sublimación que no es otra cosa que “la elevación de un objeto a la dignidad de la Cosa”. [14]

El deseo oculto de la Ciencia y el de la Filosofía es el de determinar cuantitativamente y cualitativamente al Sujeto, es decir, pretenden acabar con el dolor que brota de la falta perenne de Sentido olvidando que mientras se hable, eso será como dice Bataille, lo imposible, y desconociendo que el día que lo sea, ya no se hablará más de lo humano sino de lo mecánico, ya que: 

“Pensar un mundo en el que una organización artificial garantizase la prolongación de la vida, es algo de pesadilla. No podemos entrever nada que vaya más allá de un ligero aplazamiento”. [15] 
Sí, llegar a un estado de sapiencia absoluta sería el triunfo total de la muerte sobre la vida y no viceversa como en un principio se pretendería.

En síntesis, para Bataille, ambos quehaceres, científico y filosófico, se establecen como paradigmas destinados a la última palabra a lo que constituye el universo por lo que están destinados al fracaso, pues se desinflan en cuanto se topan con el marco de incomprensión que yace en las profundidades del psiquismo humano, en cuanto se topan con la pulsión que es “Inadaptable y resistente a todo influjo simbólico”. [16] 

“De esta manera veo cómo traiciona la reflexión filosófica: no puede responder a lo que de ella se espera puesto que sólo tiene un objeto definido –que se define de otro definido de antemano- y puesto que se opone al objeto del deseo, sólo puede ser indiferente”. [17] 
Y en cuanto a la Ciencia, ésta se aferra a desconocer que “La máquina humana es capaz de incoherencias”. [18] Incoherencias emanadas de la falta de objeto que colme a la pulsión y de un deseo que es primordial y llanamente deseo de deseo.

Otra temática predilecta por Bataille para puntuar el afán de regreso a la continuidad a la que se orienta la pulsión humana es el erotismo, tópico cumbre de la cogitación del galo.




BATAILLE Y EL EROTISMO

Es a través de la prohibición del goce por parte de la Ley Simbólica que hace de la carne humana, cuerpo humano, que Bataille desarrolla su concepción del erotismo, el cual se sirve de la transgresión de ese interdicto para tomar su valor específico.

Hemos visto que la Ley (el Lenguaje) tiene como premisa la constitución de subjetividades encaminadas al deseo, en esta vertiente, es que el erotismo se nos presenta como una posibilidad de gozar sólo en base al rompimiento de lo que la cultura prohíbe. Bataille escribe: 

“Lo que está en juego en el erotismo es siempre una disolución de las formas constituidas. Repito: una disolución de esas formas de vida social, regular, que fundamentan el orden discontinuo de las individualidades que somos”. [19]
De acuerdo a Bataille, y hay que decirlo, de acuerdo a Freud, la humanidad se constituyó como tal gracias a un abandono de su animalidad avasallante mediante el edicto de leyes en pro del trabajo, lo cual implicaba una prohibición de eso que rompe con el lazo social por situarse del lado de la individualidad, es decir, el goce. No obstante, esa prohibición nunca ha sido del todo eficaz pues su instauración, deja un resto, lo real como indicativo de una carencia que anima a los sujetos a la continuidad que es así la razón de ser de la Pulsión de Muerte. Siendo el cuerpo sobre lo que fundamentalmente recae la prohibición, la carne como tal y sus recovecos se convierten en espacio de especial predilección para la búsqueda del acabamiento, el espacio para el relleno bordeado de un anuncio de goce que se visualiza como la recuperación de la mítica satisfacción. 
“Somos seres discontinuos, individuos que mueren aisladamente en una aventura ininteligible; pero nos queda la nostalgia de la continuidad perdida”. [20] 
Continuidad que se emparenta de lleno con la muerte siendo ésta el cese de la división subjetiva, el regreso al Uno, intención incansable de acabar con la distancia que impone el lenguaje con la indiferencia, es, repito yo a mi vez, goce. 
“El goce se sitúa allí donde la palabra tropieza, falla, falta. Es el momento en que la palabra se confronta con lo inarticulable. Su proximidad supone el peligro de ruptura de toda referencia simbólica, confina con el horror. De ahí su lazo esencial con la Pulsión de Muerte introducida por Freud”. [21]
La Pulsión de Muerte se nos presenta entonces como esa fuerza que el mismo Freud calificara de “indomeñable” que atenta siempre contra el interdicto de goce, es lo resultante de la violación del orden natural o del asesinato del Padre, y muestra así, que el fundamento de la sociedad reposa precisamente en la violencia que el Símbolo impone a lo natural con la intención de preservar a los sujetos alejados de la experiencia de muerte, es decir, la violencia del sexo es sólo posibilitada por la violencia que la prohíbe. La contra creada por las intenciones siempre renovadas por impedir llevar el cuerpo de nuevo al estado de la carne sin tachar por el Significante, eso es la pasión de la pulsión.

Ese afán de restituir la pérdida indudablemente se correlaciona con lo que el Psicoanálisis llama el superyó, esa instancia del aparato psíquico cuyo mandamiento extremo es el goce. El superyó tiene más como función el seguimiento de la Ley del Goce que el de las leyes que lo prohíben, es por esta razón que Lacan menciona que el superyó es una voz feroz ya que incita a lo imposible, a borrar la falta que el Otro impone.

En este sentido, es que se entiende la afinidad de Bataille por la obra del Marqués de Sade en la que impera una apatía o desensibilización por los sufrimientos de las subjetividades que participan de la sevicia. En la obra de Sade, Bataille encuentra esa voluntad por la búsqueda de goce de la que en el fondo todo sujeto es propenso a ser partícipe, para demostrar que la violencia siempre está presente como antesala y estancia del goce, una violencia que atenta contra la estabilidad y la empatía del hombre en sociedad. 

“La violencia entraña esta negación descabellada, que pone fin a toda posibilidad de discurso”. [22]
Esa constatación de la transgresión a partir de lo vedado evidentemente la encontramos en las novelas de Bataille. Esa figura obscena y feroz que encarna el rencuentro con la Cosa, Bataille la retrata en el personaje central de Mi madre- plasmado por Isabelle Huppert bajo la dirección de Christophe Honoré de manera magistral y terrorífica en Ma mère (2004)-, esa madre que se ofrece sexualmente al hijo quien transcurre la mayor parte del tiempo angustiado ante la posibilidad real de lo real para finalmente encontrarlo –y a sus locas consecuencias-; y la retrata en la persona de Madame Edwarda a quien con acierto Bataille le da dotes de Dios, pues si Dios se define como el Todo pudiente, el goce por su parte se define como éxtasis, como lo que nos lleva a un estado de eternidad, ese estado ante el cual Madame Edwarda desfallece.

En Historia del ojo, para muchos la obra maestra del erotismo, también encontramos esa violencia proveniente del superyó encaminada a la muerte que desborda a los personajes a un desgaste de energías que ´se roza con el horror de ver satisfecha la pulsión.

En suma, encontramos en esas novelas de Bataille el extremo al que el hombre es capaz al volverse reo incondicional de la orden de goce. Lo importante de esta idea es la ratificación del hombre como nunca totalmente adaptado a la paz que ordena Lo Simbólico, así como el des-cubrimiento de afán utópico que es capaz de movilizar radicalmente a los sujetos, siendo ese afán creer que se puede gozar y a la vez mantener el deseo.

Sin lugar a dudas, la violencia que se inscribe en la voluntad de ir más allá de lo constituido en los confines con el horror, se inscribe de lleno con el proyecto de la estructura perversa, el cual es: 

“Eliminar la radical incompatibilidad entre el goce, ‘interdicto a quien habla como tal’, y el cuerpo, que puede definirse como incorporación de Lo Simbólico”. [23] 
Con lo cual no quiero decir que Bataille era perverso ni que no lo era, simplemente recalco el hecho de que en la actividad erótica lo que se busca es un más allá del placer en los confines con el horror que supone el desvanecimiento de la subjetividad, nación del goce, Bien Supremo o de acuerdo a Bataille: exceso.

Por otro lado, cabe señalar que el sujeto recula ante la falta de a falta (exceso), demasiada satisfacción supondría la salida del circuito discursivo, es por esta razón que el mismo Bataille se refiere constantemente a la angustia producida por el quebrantamiento de los límites. En este sentido, descubrimos en su obra no sólo la constatación de una dimensión humana que atenta contra la estabilidad sino el simultáneo rechazo a su consumación absoluta, o sea, descubrimos en Bataille la división del sujeto de la que el psicoanálisis puede decirse descubridor y que uno de sus representantes así expresa: 

“La tragedia de la condición humana radica tal vez en el hecho de que por una parte estamos condenados a la repetición, dado que el deseo sólo es deseo al quedar suspendido de un objeto intrínsecamente perdido, mientras que por otra se nos exige romper esa repetición, vale decir, reconocer que el objeto perdido no es una ilusión”. [24] 
El goce o el deseo, los dos no, ya que no son compatibles, se repelen… en medio está el sujeto.

Ante esa tragedia (La Tragedia) no sólo se posibilita la irrupción violenta destinada a la detonación del orden legal con tintes de barbarismo y la no menos usual parálisis pulsional, existe una posibilidad de metabolizarla evitando caer en extremismos, esa posibilidad es la de la creación. En el terreno artístico es que se puede entretener una opción de estilizar esa hiancia florecida en el centro de la subjetividad y darle un estatuto sublime, pues, en la creación artística si bien se evoca la inexistencia de la relación sexual, el radical sin-sentido de la vida y se ejerce la ruptura de los ideales que oprimen la Verdad, es decir, si bien en el Arte también existe la violencia, a su vez es capaz de aportar un producto que hace más soportable la convivencia. A ese terreno artístico Bataille hace también notable referencia, en particular al de la poesía, en el que encontramos una vez más la alusión a lo imposible.




BATAILLE Y LA POESIA

Como es de esperarse, la noción de Poesía de Bataille no se cuenta en aquellas corrientes que la definen como equivalente de belleza cursi y como posibilidad de endurecer un narcisismo muchas veces necesario para encubrir el dolor. Bataille señala que en la poesía germina de lleno la improbable posibilidad de arribar a un estado de Sentido, para señalar que lo que determina a la poesía, y obviamente, a todo acto creador que toma dotes de obra transcultural, es que precisamente se dedica a dar paso al silencio como meta, a con-mover al espectador-lector, puntuando el núcleo inefable del ser-en-el-mundo del homo sapiens en oposición a toda bonhomía y cordialidad que “calme”.

“La poesía que no se eleva al no-sentido de la Poesía no es más que el Vacío de la Poesía, es sólo una bella Poesía”. [25] 
Con lo que podemos colegir que para Bataille la Poesía además de ser bella debe de ser ominosa, con un alto grado de alusión a la herida. 
“La Poesía no es un conocimiento de sí mismo, aún menos la experiencia de un lejano posible (de lo que antes no era), sino la simple evocación, mediante las palabras, de posibilidades inaccesibles”. [26] 
Es, de nuevo, hacer lugar a lo imposible, siendo esto: 
“La muerte a la que en rigor el hombre está condenado”. [27]
El mismo Lacan señala que para interpretar es necesario servirse de la Poesía, pues su estructura apunta a un algo difícil de asumir, que no es más que el Vacío de Saber, el lugar del Goce Mítico y resignado. [28]

Amén del matiz fatalista de estas afirmaciones, se pecaría de pesimista sino se reconociese que es gracias a lo imposible que el mundo humano existe, que es a partir de la falta que la motivación por hacer se edifica. Como lo indica Bataille mismo: 

“Hablar de lo imposible es la única manera de describir lo posible pues el hombre posible debe enfrentar a lo imposible”. [29] 
Aventurarse en un decir en torno a lo real es la opción que el Psicoanálisis a su vez también postula como la única vía de acceder a una libertad posible, apartada de las pretensiones del amo en curso. 
“La Poesía lleva al mismo punto que todas las formas del erotismo: a la indistinción, a la confusión de objetos distintos. Nos conduce hacia la eternidad, nos conduce hacia la muerte y, por medio de la muerte, a la continuidad: la Poesía es la eternidad”. [30]
Decido terminar aquí esta aventura por el pensamiento de alguien a quien considero un peculiar mentor, tan inmortal y vigente como consta en su obra, y le dejo la palabra: 




PONGO MI PITO…



Pongo mi pito en tu mejilla

la punta roza tu oreja
lame mis huevos lentamente
tu lengua es dulce como el agua
tu lengua está cruda como una carnicera
roja como pierna de cordero
su punta es un cucú que grita
mi pito solloza salvaje
tu trasero es mi diosa
se abre como tu boca
lo adoro como al cielo
lo venero como a un fuego
bebo en tu desgarramiento
extiendo tus piernas desnudas
las abro como a un libro
donde leo lo que me mata. [31]



CITAS:

[1] Georges Bataille: El culpable, Taurus, Madrid, 1986, p.39.
[2] Georges Bataille: El erotismo, Tusquets, México, 2005, p.29.
[3] Moustapha Safouan: De los fundamentos del psicoanálisis. Seminario en los Estados Unidos, Nueva Visión, Buenos Aires, 2004, p.18.
[4] Juan David Nasio: L’inconscient à venir, Christian Bourgeois, Paris, 1980, p.34 (Traducción mía).
[5] Daniel Gerber: El psicoanálisis en el malestar en la cultura, Lazos, Buenos Aires, 2005, p.48.

[6] Georges Bataille: Lo imposible, Ediciones Coyoacán, México, 2000, p. 83.
[7] Néstor Braunstein: Goce, Siglo XXI, México, 1999, p. 31.
[8] Georges Bataille: Lo imposible, op. cit., p.31.
[9] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.279.
[10] Georges Bataille: Lo imposible, op. cit., p.171.

[11] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.44.
[12] Ibíd., p.88.
[13] Georges Bataille: El culpable, op. cit., p.14.
[14] Jacques Lacan: L’éthique de la psychanalyse, Seuil, Paris, 1986, p.133.
[15] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.107.

[16] Daniel Gerber: El psicoanálisis en el malestar en la cultura, op. cit., p.41.
[17] Georges Bataille: Lo imposible, op. cit., pp. 46-47.
[18] Ibíd., p.176.
[19] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.23.
[20] Ibíd., p.19.

[21] Daniel Gerber: El psicoanálisis en el malestar en la cultura, op. cit., p.58.
[22] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.195.
[23] Daniel Gerber: La perversión y el goce de Dios, en Contexto en psicoanálisis 8, Lazos, Buenos Aires, 2004, p.47.
[24] Moustapha Safouan: De los fundamentos del psicoanálisis, op. cit., p.104.

[25] Georges Bataille: Lo imposible, op. cit., p.163.
[26] Ibíd., p.164.
[27] Ibíd., p.169.

[28] Ver Rosario Herrera: Poética de la interpretación En: http://www.cartapsi.org/revista/no4/herrera.htm.

[29] Georges Bataille: Lo imposible, op. cit., p.182.
[30] Georges Bataille: El erotismo, op. cit., p.30.
[31] Georges Bataille: Poèmes, El tucán de Virginia, México, 1995, p.23 (Edición bilingüe).




Diseño & Diagramación: Pachakamakin



1.18.2013

ENCUENTRO EN LAS PLEYADES [1/7]

Por Preston B. Nichols








OVNI´s: UNA HISTORIA GENERAL

Los Objetos Volantes No Identificados (OVNI) han estado presentes, bajo diferentes formas, desde el alba de la humanidad. Existen menciones de misteriosos artefactos
voladores tanto en antiguos manuscritos sánscritos como en la Biblia. Está el Carro
de Fuego de Ezequiel en el Antiguo Testamento y existen numerosas descripciones
similares en la Literatura Antigua, por si desea buscarlas. No son nada nuevo en la
historia de la humanidad, pero la comprensión de su naturaleza exacta es algo que
ciertamente hay que mejorar. Ésta es la intención del presente libro.

La ufología moderna empieza, en un sentido popular, en 1947, con los avistamientos de Kenneth Arnold en el noroeste de Estados Unidos y la colisión de Roswell, Nuevo México. Este segundo incidente está particularmente bien documentado y ha sido mencionado en diferentes libros y en una película de la televisión por cable. Aunque estos acontecimientos fueron comentados por la prensa general, los avistamientos anteriores no fueron tan conocidos. En este sentido, la moderna ufología empezó como mínimo en los años treinta. 


El avistamiento más temprano del que personalmente he sido informado data de 1936. Por esas fechas -no es coincidencia cuando los militares estaban llevando a cabo sus primeros experimentos con el radar. Por vez primera podían observar un objeto no identificado en el cielo y ver, mirando a la pantalla del radar, que tenía corporeidad y que no era de naturaleza ilusoria. Ésta fue la primera prueba científica sólida. En esa época a los OVNI se les llamaba "desconocidos voladores", pero por alguna razón la abreviatura D.V no cuajó. 

Los rumores sobre colisiones OVNI contemporáneas empezaron aproximadamente en 1936 y siguieron durante toda la Segunda Guerra Mundial, hasta el primer choque documentado que tuvo lugar en Roswell en 1947. Desde esa fecha, las colisiones empezaron a ocurrir a un ritmo de aproximadamente una cada tres o cuatro meses. Es por este motivo que las Fuerzas Aéreas iniciaron el proyecto Libro Azul, que constaba como mínimo de dos niveles. La primera prioridad era que las Fuerzas Aéreas buscaran y descubrieran todo tipo de informaciones relativas a avistamientos y colisiones OVNI.

Esta parte llevaba el título de "datos para la inteligencia militar". Concernía básicamente a la seguridad de la nación. La segunda prioridad era ocultar la información y mantenerla alejada de las manos de potenciales enemigos. Eso también significaba mantenerla lejos del público en general. Además de mantener la información fuera del ojo público por razones de "seguridad nacional", existía otra preocupación de tipo psicológico. Los militares pensaron que podía desencadenarse un pánico nacional que podía haber tenido consecuencias desconocidas y posiblemente catastróficas.

La retransmisión radiofónica del año 1939 de La guerra de los mundos había demostrado que las masas podían reaccionar muy mal ante la noticia de que los alienígenas habían legado al planeta Tierra. En ese caso concreto, algunas personas empezaron a levantar barricadas por todo el estado de Nueva Jersey, otras salieron huyendo y otras simplemente se vieron presas del pánico cuando la radio, en una retransmisión de la famosa nove la de H.G. Wells, anunciaba que los marcianos habían aterrizado. No se trataba de una broma por parte de la emisora ni de Orson Welles, el narrador de la historia. La emisión había sido perfectamente anunciada con anterioridad, como la lectura de una famosa novela.

Existe una implicación antropológica todavía más profunda de por qué el gobierno está tan preocupado por el tema OVNI y es tan quisquilloso con él. Si usted habla con alguien normal de la calle y le pregunta dónde está Dios, muchos apuntarán hacia el cielo y dirán "Dios está ahí arriba".

Si de repente llegara una cultura muy avanzada en una nave espacial, es más que probable que grandes grupos de población empezaran a adorar a los seres de las naves espaciales como si fueran ángeles y creerían que son los embajadores de Dios. Con todas las diferentes sectas religiosas que se podrían formar alrededor de esos seres de las estrellas, el gobierno perdería el control. En resumidas cuentas, lo que puede que empezara como una postura política prudente y válida acabó en un tema de control. Muchas personas afirmarían que ya desde un buen principio se trató de un tema de control. Sea como sea, las autoridades elegidas por el pueblo no hicieron pública la información, eso suponiendo que ellas a su vez hubieran sido informadas. Así pues, la información sobre el tema OVNI quedó exclusivamente reservada a una poderosa élite. Aunque es posible que esta élite de poder tuviera varios motivos para mantener las cosas en secreto, es obvio que han existido filtraciones y que se han hecho circular informaciones distorsionadas para mantener al público confuso y manipulado.

Mi información proviene de mis propias experiencias. Soy Ingeniero de profesión y
entiendo todos los aspectos del radar. He conocido personas que han desarrollado
su carrera dentro de la industria y que han oído incontables historias. Algunos de los
relatos que han llegado hasta mí podrían ser filtraciones y otros simplemente
información adquirida por deducción lógica. Éste es el telón de fondo frente al cual
situaré mi exposición. Empezaré por contarles mis propias experiencias personales
con los OVNI, empezando por la infancia.




ENCUENTROS CON LOS OVNI

Mi primera experiencia paranormal tuvo lugar cuando tenía cinco o seis años. En una ocasión me desperté y vi lo que yo creí que era el rostro de Dios mirándome desde la puerta. Estaba claro que no era la cara de mi padre ni de mi madre. Tenía la piel de un color muy claro y estaba rodeado por un largo cabello blanco. Aunque me encontré con ese rostro muchas veces, no recuerdo ninguna otra experiencia inusual hasta la adolescencia. Todavía no sé si la cara que veía estaba directamente relacionada con mi ulterior relación con los OVNI.

Fue en 1961 o en 1962, a la edad de quince o dieciséis años, cuando vi mi primer OVNI. Justo antes de esa época, mis padres me habían construido un pequeño cobertizo rojo en el extremo de nuestro patio posterior. Yo estaba loco por la electrónica y ellos querían que tanto yo como mis juguetes saliéramos del interior de la casa. Decían que mientras llevaba a cabo mis experimentos hacía los ruidos mas espeluznantes que jamás habían oído. Naturalmente, en esa época todavía no había aprendido a instalar correctamente el Retroalimentador Negativo de un Amplificador de Sonido. Si esto se hace mal, salen gritos y lamentos que parecen los de un alma en pena. Tardé cierto tiempo en saber por qué. 

Resultó que todo lo que hacía falta para anular los alaridos era invertir los conductores de las terminales de salida de los transformadores, pero hasta que lo descubrí puede que el Amplificador estuviera emitiendo chillidos durante una semana. Mediante la construcción del cobertizo, mis padres me permitían continuar con mi afición y al mismo tiempo se aseguraban de que estuviera lo más lejos posible de la casa.

En poco tiempo tuve la cabaña llena de receptores de radio y un par de viejos televisores. Incluso conseguí cierto equipo de pruebas que parecía sacado del laboratorio de Marconi. Como yo tenía más material de pruebas que todos mis compañeros de clase juntos, supongo que, como estudiante de Instituto, lo estaba pasando todo lo bien que podía.

Una noche en que estaba haciendo unos experimentos en mi Laboratorio, no lograba que los Transmisores de Radio conectaran con otra cosa que no fuera un extraño zumbido. Seguía apareciendo por los Transmisores. De repente, se fue la electricidad y las luces se apagaron. Salí fuera y observé un objeto refulgente en forma de disco que flotaba en el patio a unos 60 metros del suelo. Calculé que el ancho sería de unos 15 metros y la altura quizá de seis. El color era un blanco brillante. De forma repentina, el disco pasó encima de mi cabeza y se marchó. Subió en vertical y después realizó algunas maniobras imposibles antes de ascender de nuevo en línea recta. También me di cuenta de que mi casa y las de toda la vecindad se habían quedado a oscuras. Al cabo de un rato volvió la electricidad.

Lo siguiente que observé fue a mi madre saliendo a toda prisa de la casa. Estaba muy excitada y dijo: 

-Viste eso? ¿Viste eso?  
-Sí, mamá, claro que lo vi -respondí.
-¿Sabes lo que era? -dijo.
 -No lo sé. Me pareció un platillo volante.
Ella me dijo que, fuera lo que fuera, había hecho que el televisor dejara de funcionar. Entonces le comenté que las radios de mi taller también lo habían hecho. Esta experiencia en particular fue mi primer "Encuentro del Primer Tipo". Éste es un término popular dentro del mundo de la ufología que se refiere al avistamiento de un OVNI. Un "Encuentro de Segundo Tipo" es cuando se ve al OVNI aterrizar en una vecindad inmediata. El "Encuentro de Tercer Tipo" es cuando o bien la persona es llevada a bordo o entra en comunicación con los alienígenas. A veces las experiencias de abducción se denominan "Encuentros de Cuarto Tipo".

Ese avistamiento de un OVNI en el patio de mi casa resultó ser el primero de muchos. Aproximadamente por esa época (primeros años de la década de los sesenta) se dieron muchos avistamientos por la zona de Islip, la ciudad de Long Island donde crecí y todavía sigo viviendo. Un día, recuerdo que fue en 1964, me encontraba con un grupo de chicos del Instituto. De repente, la escuela empezó a vaciarse y todos los estudiantes corrieron hacia afuera. Sobre el campo de béisbol de detrás de la escuela había un aparato en forma de boomerang que realizaba algún tipo de maniobras aéreas. Era muy extraño y parecía medir solamente unos 120 centímetros de diámetro.

Todavía no estoy seguro de lo que era, pero de súbito desapareció. Ése fue mi segundo encuentro con un OVNI. Ocurrían avistamientos con relativa frecuencia cuando empecé mis estudios en el Suffolk Community College de Selden. De hecho, numerosos estudiantes de todo el campus fueron testigos de avistamientos. Como yo formaba parte del Departamento de Tecnología Eléctrica y poseía un conocimiento considerable de Radio, decidí hacerlos un poco más interesantes instalando todo tipo de Analizadores de Espectro, Receptores de Radio y Cámaras. El experimento salió bien. Una noche llegamos a filmar unos OVNI en el cielo. Eran imágenes muy claras y todos aquellos que se quedaron conmigo hasta tarde por la noche pudieron observar personalmente los avistamientos.

Todo ese material podía ser considerado como una actividad extracurricular de la escuela y por eso no estaba sometida a ningún tipo de medida de seguridad. Es por eso que, cuando llegué a la mañana siguiente para recoger lo grabado, me decepcionó ver que habían sacado todas las películas de las cámaras. Resultó que alguien de la Universidad había informado sobre nuestras actividades. La consecuencia fue que empezamos a ser vigilados por algún tipo de autoridad gubernamental. Justo cuando habíamos encontrado el filón, ellos actuaron rápidamente y nos confiscaron las pruebas. 

A pesar de las dificultades con nuestros intentos de filmación, progresé en otros aspectos. Esa temporada en la Universidad fue la primera vez que tuve oportunidad de analizar las Ondas Electromagneticas o señales de identificación que generan estos objetos en forma de platillo. Lo que aprendí de esa investigación fue cómo reconocer los OVNI.

Estos aparatos producen una interferencia. muy clara en las Radios de Onda Corta y también en las Bandas de Frecuencia VHF y UHF. Los dibujos del espectro tenían forma de montaña.

Aprendí a reconocerlos principalmente por el sonido que se escucha por los altavoces cuando están situados en el punto de captación AM, cuando el control automático de volumen está apagado. En esas condiciones suenan como un murmullo, un zumbido o un pitido. También existen ciertos patrones en el ruido de fondo que se pueden captar. Conseguí llegar a detectarlos bastante bien y ahora lo hago básicamente escuchando a través de auriculares.

Todo esto resultaba muy interesante pero era estrictamente un trabajo extracurricular con respecto a mis tareas del curso. A medida que los acontecimientos fueron avanzando, terminé ocupándome de otros temas y cuestiones. El más destacado fue un Proyecto Antigravedad bastante inusual que acabó en fracaso comercial y fue abandonado después de que me presionaran para que lo dejara. Entre unas cosas y otras, no fue hasta aproximadamente 1974 cuando tuve otro encuentro espectacular con un OVNI.




Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin

1.09.2013

EL DESDOBLAMIENTO DEL TIEMPO Y EL UNIVERSO

Por Jean Pierre Garnier Malet





La Teoría del Desdoblamiento del Tiempo ha sido avalada a través del estudio del Sistema Solar y de las Partículas. En el Universo todas las partículas están Desdobladas, todas las Estrellas, todas las Galaxias; nosotros somos un conjunto de partículas y la pregunta que hay que formularse es: ¿Dónde están las partículas desdobladas?

Si soy un saco de partículas en una piel de mono, yo me pregunto ¿Dónde está el saco de partículas desdoblado de mi saco? O sea que es una extensión de mi persona, una Regla Universal. Si nos hacemos una Pregunta para la cual no tenemos una Respuesta, nos damos cuenta de que hay un Tiempo. Ese Tiempo nos concierne sobremanera, ya que no tenemos la Respuesta. Es decir, intentaré eliminar ese Tiempo entre la Pregunta y la Respuesta. 

Si lo lograra podría tener instantáneamente la Respuesta a mi Pregunta.

Pero evidentemente hace falta que Alguien responda a mi Pregunta, o sea que, en el Tiempo que he suprimido, Me Desdoblo, y el Doble va a responder a la pregunta tomándose el Tiempo para ello, y yo que he suprimido el Tiempo, obtendré la Respuesta al mismo Tiempo que la Pregunta. Esa es una de las Causas del Desdoblamiento, otra Causa es: si una Partícula se topa con Universo desconocido, puede dar la vuelta para evitar ser transformada, pero puede atravesar ese Universo para ver cuál es el interés de ese otro Universo. En ambos casos falta algo, pero si Se Desdobla, entonces conservará su Memoria quedándose en el exterior y tendrá nuevas Experiencias Atravesando el Universo. A la salida de ese Universo, un Final de Desdoblamiento permite tener una Memoria Más y llevar a cabo una Exploración Más de un nuevo Universo. Esa es la segunda Causa del Desdoblamiento.

Lo que es comprobado para las Partículas se hace en un tiempo muy rápido, así como cuando observamos una Galaxia Doble tenemos la sensación de que no se mueve, pero hace exactamente el mismo Movimiento de Desdoblamiento en un Tiempo que está tan ralentizado en relación con Nuestro Tiempo que existe la sensación de que las Galaxias están inmóviles. En el Sistema Solar el Tiempo corre un poco más rápido y nosotros vemos a los Planetas girar alrededor del Sol, pero los electrones que giran alrededor de un núcleo giran tan rápido que se habla de Densidad de Presencia, de una Nube, pero es el mismo Movimiento, que es un Movimiento de Desdoblamiento.

O sea que, primeramente, la dificultad científica es la de encontrar un Movimiento Universal que explicaría tanto a las Galaxias como a las Partículas, y he podido comprobarlo en el Sistema Solar, que es un Sistema que contiene Partículas, lo infinitamente pequeño, y a lo infinitamente grande. Y de este modo he podido demostrar que este Sistema es Universal. Es la primera Teoría que ha permitido Calcular la Velocidad de la Luz.

Esta Velocidad de la Luz, que es muy sorprendente, puesto que en las Ecuaciones es una Velocidad, tiene el gusto de una Velocidad, tiene el olor de una Velocidad pero no es una Velocidad puesto que si corres detrás de la Luz a cualquier Velocidad, la Luz se alejará de nosotros a la misma Velocidad. De hecho, es una Velocidad Independiente de Aquel que Observa y de la Velocidad de la Fuente Luminosa. Se puede ver que hay algo que no es normal en eso, y se trata de la Velocidad de Desdoblamiento, la cual permite tener la Información con la Velocidad Máxima de la Velocidad de la Luz.

Lo que ha aportado esta Teoría, además, es la detección de Velocidades Súperluminosas, que han sido puestas en evidencia por la observación de Dos Astrofísicos y fueron explicadas por Tres Científicos: el Premio Nobel Alain Aspect y Nicolas Gisin y Antoine Suarez, que han demostrado que existen Velocidades de Transmisión de la Información que son infinitas. Se ha deducido que las Partículas reciben la Información al mismo Tiempo, simultáneamente, este fenómeno se llama Intrincación.

Pues Nosotros Estamos Intrincados con otro Nosotros Mismos, por la misma razón, o sea que el Desdoblamiento es universal, y evidentemente hay un Ciclo de Desdoblamiento con un Principio y un Final. He podido demostrar, a través del fenómeno de las Explosiones Solares que estamos viviendo el Final de un Ciclo de Desdoblamiento que empezó hace 25.920 años, Ciclo que corresponde al Ciclo de la Precesión de los Equinoccios, y es la primera vez que hemos podido calcular un Ciclo observado perfectamente. Este Ciclo es, de hecho, de 28.840 años, el cual corresponde a 100 Rotaciones de Plutón alrededor del Sol, con una Transición de 1080 años que corresponde a una doceava parte de aquel Tiempo.

Estamos actualmente viviendo, desde el momento de una Explosión Solar el 13 de Marzo de 1989 que perturbó todo el Hemisferio Norte, la Transición de 90 años entre los 24.840 años y los 1.080 años que faltan parea completar los 25.920 y es la razón por la cual nuestro Sistema Solar está altamente perturbado.

En una Publicación de 2006, que Me Valió Una Recompensa, expliqué la llegada de Planetoides a nuestro Sistema Solar. Y todos estos Planetas que llegan a nuestro Sistema Solar modifican todo el Sistema Solar. Es evidente que no podemos negar las perturbaciones existentes a raíz de la presencia de todos esos Planetas. Presencia esta que no es reflejada en absoluto por los Medios. Sólo se habla de la polución industrial, diciendo que es eso lo que calienta nuestro Planeta. Las Explosiones Solares nunca han sido tan importantes como ahora, por lo cual se piensa que están modificando la Radioactividad de la Tierra.

Habría pues que tomar conciencia de la Energía del Desdoblamiento, ya que es nuestra ignorancia de esta Energía, lo que perturba nuestro Sistema. Estamos de algún modo en ella pues quienes aportan la Energía de Información entre las Partículas Desdobladas son las Partículas Desdobladas. Nos hemos visto bloqueados científicamente durante un siglo porque la Energía es Masa, tal la Ecuación de Einstein: E:mc2, entonces, si la Información es una Energía, debe ser una Masa. Sabemos perfectamente que nuestros Pensamientos se transportan por ondas que no tienen Masa. De ahí la dificultad al explicar los Transportes de Energía por partículas sin Masa. Actualmente estamos viviendo experiencias muy extrañas y se consigue encontrar cosas muy sorprendentes, lo que Abre la Pregunta de si realmente estamos Creando Lo Que Imaginamos.

Estamos intentando encontrar una relación entre lo infinitamente grande, explicado por la Mecánica Relativista, y lo infinitesimal, explicado por la Mecánica Cuántica. Todos los científicos buscan una Ley que permitiría reunir a los dos Campos. Bueno, pues no hay que buscar muy lejos. Nosotros todos como hombres, como Observadores, vemos la Unión entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño,consistente en nuestras partículas, en un tiempo ralentizado. Estamos continuamente realizando un Intercambio de Información entre lo Macro y lo Micro, el cual se hace en un Tiempo Imperceptible. Tal como hoy en día sabemos, nuestro Tiempo, que es Continuo, es percibido de manera Discontinua. Al existir lo que yo llamo Aperturas Temporales y a través de ellas, pasan partículas en un Tiempo que no es perceptible, lo que hace que la Energía de la Información es dar la sensación de no utilizar Masa, puesto que si se hace pasar una Masa para un lado y otra Masa para otro en un tiempo imperceptible, para el Observador, que somos nosotros, nos dará la sensación de que no ha habido ningún cambio.

Para sobrevivir necesitamos tener siempre la Respuesta a la Pregunta de manera instantánea. Nuestro cuerpo es agredido de continuo, si nuestras células no consiguen la Información para resistir a la agresión es la muerte al final del camino. O sea que la supervivencia instintiva e intuitiva pasa automáticamente a través de los Intercambios de Información en tiempos diferentes.

Si alguien Se Desdobla, sea una Partícula o un Observador, aquel que está en un Tiempo Acelerado va a fabricar el Futuro de aquel que está en el Tiempo Ralentizado, pero ese observador número 2 que se encuentra en un Tiempo Acelerado también puede Desdoblarse a su vez en un Tiempo todavía Más Acelerado y ese Observador número 3 va a crear el Futuro del Número 2. Si ahora hay un Intercambio de Información a través de Aperturas Temporales que son imperceptibles, el Observador número 1 puede tener la Respuesta del Observador número 3 cuando ni siquiera se ha realizado una Pregunta. Tiene, entonces, Respuestas a Preguntas que nunca se ha realizado.

Ya vemos que ese Intercambio de Información en Tres Tiempos diferentes permite explicar la Memoria, que después de todo, es siempre la Memoria del Futuro. Podemos decir que el Tiempo Presente fabrica el Futuro. Entonces inventamos otro Tiempo, el Tiempo de la Memoria, que es un Tiempo Sintético y que permite tener una Respuesta instintiva en un tiempo intermediario.

Lo que es interesante de ver es que nuestra supervivencia exige estos Tres Tiempos: Pasado, Presente y Futuro, y a eso lo descubrimos en el Universo Macro igualmente que en lo infinitamente pequeño en donde las pequeñas Partículas parecen jugar con el Tiempo: Partículas, Pasado, Presente y Futuro aparecen mezclados. Pero para nosotros que somos un conjunto de Partículas, no tenemos la sensación de estar jugando con el Tiempo. Tal como habitualmente se dice, un hombre no entra en el vientre de su madre… Es el único medio para volver al Pasado, pero es que todo ocurre de un modo tan rápido para el Observador que somos nosotros los que, de hecho, elegimos Futuros, pero en un Tiempo Imperceptible, y es eso lo que no nos da la sensación de haber elegido pero nos da la sensación de consecución de un Destino. Y eso es porque no entendimos que Fabricamos Nuestro Destino.

Ya vemos que la Ciencia se toca con cuestiones que están en la frontera entre la Ciencia y la Metafísica, pero, de hecho, no necesitaríamos la Metafísica si conocemos la Ciencia. Nosotros somos la Ciencia, somos la manifestación de esta Ciencia: nuestra vida es la vida del Desdoblamiento. También es interesante ver que las Civilizaciones Antiguas conocían este Desdoblamiento, y lo pude demostrar a través del Estudio del Alfabeto Griego que es la justa Representación y Cuantificación del Movimiento del Desdoblamiento.

Esta historia del Ciclo del Desdoblamiento era conocido: en aquel entonces se hablaba de Principio y Final de Ciclo de Desdoblamiento del Tiempo, y simplificando, de Final de los Tiempos, que no tiene ninguna relación con un final del mundo. Es solamente el final de un Ciclo, de un Ciclo de unos 25.000 que antiguamente se llamaba Año Platónico.

¿Y qué se descubre al final de un Ciclo? Los demás Tiempos. Puesto es que es el Final del Ciclo de Desdoblamiento de los Tiempos. Es decir, que descubrimos todos los Potenciales que hemos podido manifestar, todo aquello que hemos podido memorizar, o sea que vamos a vivir bien con ese Potencial, o vamos a vivir mal pero habría que comenzar sabiendo que somos los creadores de nuestro Potencial, y si ese Potencial se vuelve peligroso, basta con cambiar esa Creación y crear Potenciales que no sean peligrosos.
Es lo que intento transmitir porque para Eso no hace falta que hable el Científico, cualquiera puede imaginar el Potencial que él elija, luego basta con Actualizarlo. En conclusión, podríamos decir lo siguiente: no hay que olvidar que vivimos en la Fábula que imaginamos.

Cualquier Pensamiento fabrica un Futuro. Ese Futuro es sólo un Potencial, puede ser Actualizado por cualquiera, claro está, bajo ciertas Condiciones. O sea que si quiero que todo vaya bien, basta con pensar hacer futuros agradables. O sea que, se puede decir que una Ley científica conduce a otra Ley científica que obliga a pensar en hacer al prójimo lo que el prójimo pensara en hacerme a mí. Es el único medio de tener un Futuro Potencial Común que nos permita vivir bien. De hecho fabricamos continuamente, un Potencial Futuro, algo así como el Potencial Eléctrico. No sabemos quién fabrica la Electricidad, pero yo me beneficio de un voltaje constante en cualquier lugar en donde esté. Para el Futuro es lo mismo: todos fabrican el Futuro y yo me conecto.

Evidentemente, si el Futuro no está hecho para mí, podría explotar, podría morir, o sea que haría falta que todo el mundo entendiera que siempre vivimos lo que nos imaginamos. De este modo podríamos entender más cabalmente que el Planeta puede vivir mejor. Y todos los Antiguos conocían esto. Se ha hecho de ello Filosofía, se ha hecho de ello Metafísica, pero no hay ninguna razón para hacer Metáfisica cuando tenemos una Ley física que no se apoya bajo ningún dogma y que dice que existimos como Observadores. Estamos en huelga para averiguar y saber que eso es la verdad.

El único Postulado que hay en esta Teoría, es que yo soy un Observador de mi Universo. Tenemos un cuerpo que es como cualquier otra Partícula, que es dual, a la vez ondulatorio y corpuscular. Podemos decir, simplificando, que tenemos un Cuerpo Energético, que desdobla el Cuerpo Físico, no es un Doble, desdobla el Cuerpo Físico. Y es ese Cuerpo Energético que va a buscar la Información en Tiempos diferentes, el cual aporta Informaciones que nuestro Cuerpo Físico toma y que guardamos en el Agua de nuestro Cuerpo. Esta también es una Ley, y hay que saber que si no tenemos Información ni tenemos Agua, no podemos visitar un Espacio. Los Antiguos decían que quien no tiene Agua y Espíritu, no puede visitar un Reino. La Información es el Espíritu, el Reino es el Espacio: existe tanto espacio Desdoblado en el Universo como estrellas en  cielo.

Estamos lejos de ser universales en nuestro pequeño pensamiento humano, o sea que no entendemos lo que ocurre. No hemos entendido la vida, a través de la Teoría del Desdoblamiento del Tiempo, la comprendemos mejor. Es muy importante darla a conocer pero algo vedado es hacer proselitismo. Hay, entonces, que esperar que ese alguien venga a buscar lo que Uno a Fabricado y lo puede fabricarse son los Pensamientos. O sea, los Pensamientos deben re-unirse, y siempre es deseable conocer a aquellos que han fabricado un Futuro que nos conviene. Si uno es agresivo conectaremos con el Potencial fabricado por personas agresivas. Esta es una Regla, pero no es una Regla filosófica. Es una Regla científica, no hay historias de buenos o malos: vivo bien o vivo mal, nada más. Y con lo ejemplos de todo el mundo terminamos por tener una Regla, una regla que va a conllevar la simpatía de las personas. Todas las Disciplinas y Técnicas, que han intentado encontrar esto sin conocer la Ley, se vuelven inútiles cuando conocen la Ley. Aplicando la Ley, se ve si la Técnica está alineada a la Ley o no. Pero cuando conocemos la Ley la conocemos por nuestra experiencia y no a través de lo que otro nos lo diga. El Potencial está a la mano de todo el mundo.

Es importante saber que lo que alguien piensa, será vivido por ese alguien o por otra persona, o sea que más vale tener cuidado, porque como dice el dicho, quien siembra vientos cosecha tempestades, pero si sembramos Armonía cosecharemos Armonía. Mientras no hayamos entendido que esta es una Ley Física, que no se trata de un modo de vida sino de una obligación para vivir bien. Porque al Final del Ciclo de Desdoblamiento ya no hay barreras con la Energía de Información y recibiremos libremente todas las Informaciones que fueron fabricadas durante el Ciclo y encontraremos una Fuerza que no hemos conocido desde hace miles de años.

Un ejemplo es la Tecnología, vemos que en 20 años hemos dado un salto enorme y que ahora diariamente hacemos avances increíbles y no tiene que ver conque el hombre es más inteligente sino que se beneficia actualmente de más y más información. Descubrimos Lo Oculto, Lo Oculto que ha sido fabricado durante un Ciclo. En Griego Antiguo esto se decía: Descubrir lo Oculto. Apocalipsis.

Vivimos el Apocalipsis de un Ciclo. Pero hemos transformado esa Palabra, hemos hecho del Final del Tiempo un final del mundo cuando tan solo se trata de un Ciclo Estelar. Todas las estrellas tienen un Ciclo análogo, habría que reconocerlo para empezar a vivir bien.


Diseño & Diagramación: Pachakamakin






1.01.2013

LOS PODERES DEL CHAMAN [1/7]

Por Francisco Trujillo
Sus Artículos en ADN Omni





LA MORADA DEL PODER

Aquella fue la primera ocasión en que tuve alguna experiencia con las drogas, es decir, con sustancias más fuertes que una taza de café, un cigarro, o una Coca Cola. Antonio, uno de mis dos compañeros de viaje, había extendido el brazo para alcanzarme el cigarro de marihuana del cual se había abstenido de fumar luego de que Edgar, quien lo encendió, se lo pasara. Tomé el cigarro humeante y me lo acerqué a los ojos, para verlo mejor. Nos encontrábamos a un punto más o menos indefinido en la Sierra de Oaxaca.

Antonio era el guía de la expedición;para aquel entonces ya había terminado sus estudios de ingeniería y supuestamente realizaba su tesis, peros dos o tres años atrás había tenido contacto con un personaje absolutamente fuera de lo común y, bajo sus enseñanzas, había comenzado el arduo camino de Iniciación en el chamanismo,  lo cual lo había alejado no sólo  de la Academia, sino de muchas otras facetas de forma de vida en la cual los tres nos habíamos formado. Edgar cursaba regularmente el último año en Filosofía y, al igual que yo, estudiante también del último año pero de derecho, se había asombrado al constatar la serie de cambios experimentados por la personalidad de Antonio, de tal manera que cuando éste nos invitó a Oaxaca a conocer a su maestro, aceptamos de inmediato.

Tomé el cigarro y, después de observarlo con detenimiento, me lo llevé a los labios para fumar, profunda y hasta alegremente: aquello era algo que había deseado hacer desde hacía mucho tiempo, pero también había tenido miedo, verdadero miedo de llevar a cabo, y en esa ocasión experimenté la euforia de lo prohibido, el encanto que atrapa a las bestias ante la vista del fuego; pero a diferencia de ellas, que salen huyendo, yo me acerqué al fuego y comí de él sin reservas, dejando todo temor de lado, sintiendo debajo de la piel latir mi libertad sin otra compañía.
-¡Fuerte! -me indicó Antonio-. Fuerte y aguántalo adentro hasta que no puedas.
Yo seguí las indicaciones; di tres fumadas de esa manera y regresé el cigarro a Edgar, quien ya había exhalado lo poco de humo que le quedaba en los pulmones.

habíamos salido de la ciudad de México aún de madrugada; Edgar y yo con toda la facha de campistas expertos, con nuestras enormes mochilas a cuestas, grandes botas, una cámara fotográfica, cantimploras y demás, mientras Antonio calzaba huaraches y cargaba sus escasas pertenencias en un morral de yute. Su apariencia magra resultaba extraña, de corta estatura, con el cabello ni corto ni largo y una despreocupada manera de vestir.

El cómodo autobús que abordamos en la estación del Distrito Federal nos dejó cerca del mediodía, en una ciudad pequeña de estado de Oaxaca, donde abordamos otro, esta vez mucho menos acogedor, el cual, luego de más o menos dos horas de camino, dejamos en un pueblo al pie de la imponente cordillera a cuyas entrañas pretendíamos penetrar. No tuvimos que esperar mucho para conseguir un vehículo que nos ayudara a hacerlo. Antonio ya conocía alguna gente y le resultó sencilllo contratar a un par de hermanos -quienes transportaban productos agrícolas- para que nos llevaran en el próximo viaje a bordo de su camión de redilas.

Salimos cerca de las cuatro de la tarde, instalados en la cabina, por un momento de terracería que trepaba por las altísimas paredes rocosas que nos separaban de nuestro objetivo. apenas habíamos iniciado el ascenso cuando antonio propuso al par de hermanos que nos permitieran realizar el viaje en la parte de atrás, junto con la carga. estos se miraron algo extrañados, pero evidentemente preferían ir con más espacio en la cabina, pues asintieron de inmediato.

Nos acomodamos sobre algunos bultos, sentados y con el cuerpo extendido, a mayor altura que los choferes, desde donde la experiencia de viajar resultó por completo diferente a lo que, cuando menos Edgar y yo, habíamos conocido. Instalados de tan cómoda manera, fue cuando Edgar propuso fumar la marihuana, y Antonio aceptó con un drástico: "Bien. está bien. No les hará ningún daño".

Cuando iniciamos el camino, el ambiente era seco, semidesértico, pero conforme avanzamos la vegetación fue haciéndose más y más tupida, así como cambiando de especie. de la misma manera, el aire al chocar con nuestra piel, al principio caliente, muy caliente y casi duro, fue refrescándose, y un perfume húmedo comenzó a rodearnos, a abrazarnos maternalmente.

El camión trepaba por aquella pendiente, por un lado del camino chocaba contra las paredes peladas de la montaña, mientras que por el otro se derramaba estrepitosamente hacia el precipicio, el cual paso a paso se nos mostraba más profundo.

Edgar y yo platicábamos con cuantas palabras nos venían a la mente, mientras Antonio lo hacía con monosilábicos y frases muy cortas. era como si estuviéramos asecndiendo no solamente a una montaña, sino literalmente a las alturas, donde las cosas del mundo pierden sentido, y aquello que en él se calla  por quién sabe qué tantos motivos adquiriera fuerza propia, como si se fuera deshaciendo de sus ataduras y fluyera pleno de naturalidad en nuestra charla, a la vez que, aunque de una manera distinta, el silencio de Antonio iba adquiriendo mayor y más profundo significado conforme nos alejábamos del suelo de los mortales.

La tierra árida ya había quedado bastante lejos de nosotros, y la vegetación había adquirido, por donde se dejaba ver, fuerza y vivacidad, cuando, luego de dos o tres fumadas más, caí en la cuenta de que el ruido del motor, que rebotaba en las paredes de piedra y en parte regresaban a nuestros oídos, había tomado nuevas característica, se había hecho mucho más terso y melódico, como un canto ronco, proveniente de la garganta de un gigante, o mejor, de un espíritu gigante, que nos estuviera dando la bienvenida.

Guardé silencio, lo cual al principio no pareció afectar el flujo de la conversación. me entregué dócilmente a aquel canto, a medias rugido poderoso y a medias susurro protector, me dejé llevar por sus oledas, por sus cambios de forma y de intensidad, por sus subidas lentas, lentísimas, así como por  sus bajadas abruptas. Mi atención visual, por el contrario, no recaía en ningún objeto en particular: miraba ampliarse más y más la bóveda del horizonte conforme subíamos, las paredes de roca viva y la vegetación estallando por acá y por allá en centellas verdes de artificio; asimismo reparaba en el movimiento de las manos de Edgar, las cuales ilustraban plásticamente sus aseveraciones, que en los huaraches de Antonio, dócil y femeninamente adaptados. Tal era el hechizo en el cual aquel canto salvaje y benévolo me había atrapado.

En un momento indefinido captó mi atención, sin que por ello me olvidase del canto, la particular belleza del rostro de Edgar, su carne regordeta la cual a cada sacudida del camión temblaba con alegría juvenil, llena de vida, llena de vida como nunca la había visto, con una barba mal recortada, rala y tersa, como la de un cabritillo; el cabello más bien largo y que el soplo del viento hacía ondular como sucede con las plantas marinas en medio de una fuerte corriente. Su rostro brillaba, rosado como el de un conejo recién nacido.

No sé qué cara puse, qué gesto, yo supongo que de inmensa maravilla, pero cuando Edgar reparó en él soltó una tremenda carcajada, la cual se vino a sumar al canto de nuestro gigante como la voz de un coro de mujeres que lo bordara melódicamente con arabescos brillantes. me sentía... no feliz, porque feliz no es la palabra; me sentía perfectamente lúcido, tal vez mucho más que de costumbre, y totalmente consciente de mi libertad, entendiendo que estaba ahí por mi propio deseo y que si alguien en ese momento me hubiera propuesto estar en otra parte, en cualquier otra parte, en la cama con Marilyn Monroe o capitaneando el más grande y lujoso trasatlántico del mundo, yo no hubiera aceptado, pues me encontraba en mi lugar preciso.
-Es la cima del mundo, no es cierto? -me preguntó Antonio de repente , con una sonrisa de comprensión, identica a la que hacen los ancianos ante las desazones de los jóvenes.
Edgar dejó de reír inmediatamente, con un gesto de incomprensión ante la frase que en apariencia no venía al caso. Volteó a mirar a Antonio y volvió a estallar en una carcajada, la cual, retorcida y hermosa, se integró de nuevo al canto ronco que nos acunaba. Sus ojos profundamente azules, como estrellas agigantadas, brillaban con violencia.
-Eso -dijo Antonio, ahora dirigiéndome a Edgar-, ríe porque precisamente eso es lo que debes hacer en este momento. ¿No es cierto?
Edgar asintió, carcajeando. Yo observaba todo desde el trono brillante de mi libertad; el mundo se alejaba más y más de nosotros, y las nubes, cada vez más cercanas, se derramaban por los bordes del cielo, como la espuma de un tarro de cerveza.

Antonio contiuó: "La hierba les ha abierto los ojos del corazón, porque los tienen cerrados y no pueden abrirlos por ustedes mismos: son todavía demasiado débiles o tienen, como alguien dijo por ahí, demasiada poca fe. Aquí no hay problema; abránlos, déjenlos abiertos, porque nos estamos acercando al centro del mundo, y aquí la fuerza es luz. Aquí no les pasará nada."

Edgar ya había dejado de reír y ahora escuchaba con atención a nuestro guía, pero aún su voz, en los cientos de voces femeninas que se había convertido, cantaba magníficamente en conjunción con la de nuestro gran espíritu anfitrión.
-Ustedes pueden pensar que algo los obligó a ser como son -prosiguió Antonio-. a tenerle miedo a algunas cosas, a desear todo aquello que desean, pero no es así, sino que ustedes mismos han optado por esa posibilidad, han preferido esa oferta. Nadie les ha puesto una pistola en la sien para que se vistan como lo hacen o para que hablen así o para que hagan determinados gestos; ustedes han decidido hacerlo pues así les ha convenido, y el que ahora me acompañen no señala otra cosa que su deseo de cambiar. pues bien: alégrense porque pueden hacerlo.
-¿Qué te pasa? -cuestionó Edgar de golpe, con gesto de verdadero asombro-, ¿Que te crees Cristo, o qué?
-¿Cristo? -preguntó sonriendo Antonio-. De veras que te vas  a los extremos, Edgar. Aunque sí, ¿Por qué no?, tal vez Cristo tenga algo que ver aquí, tal vez tu Cristo sea una de las razones por las cuales te has decidido a ser como eres.
-El tiene una forma de ser -dije yo, casi sin desearlo-, una forma de ser desde que nació: es un conejo con barbas de chivo -y me reí, lo que a Edgar no le hizo mucha gracia. Esta vez mi risa también se integró al canto mayor.
-La forma de ser no existe -dijo Antonio, sonriendo pero muy en serio-. la forma de ser es eso, simplemente una forma, como la forma de las nubes, ¿No las ven?, cambian todo el tiempo, no dejan de cambiar -y ambos discípulos volteamos hacia arriba al mismo tiempo-. El ser es lo único que existe, y cada uno de nosotros es una grieta por la cual él fluye.
"Las formas que va adoptando conforme pasa el tiempo, las formas que nosotros le vamos dando son pasajeras y no tienen nada que ver con el ser -aseguró-, solamente que él las escogió, son las máscaras que nos hemos decidido a modelar frente al espejo en una tienda de antiguedades."

"El ser es Poder -continuó-. Es el Poder mismo, el cual no tiene origen ni tendrá fin, y al cual nosotros no podemos ni tocar ni manipular, ¡Vaya!, ni siquiera conocer , pero que nos da aliento y que somos nosotros mismos. Al ser, es decir al Poder, no podemos más que ejercerlo o traicionarlo, y normalmente lo traicionamos, o no? -nos preguntó."

Hasta entonces, en medio de aquel canto mágico compuesto por tantas y tan bellas voces, con tantas ideas tan nuevas fluyendo de la boca de Antonio y compartiendo mi asombro con Edgar, fue que caí en la cuenta de que la marihuana había obrado su efecto sobre mí. lo entendí repentinamente, y en el acto experimenté el golpe en mi ánimo de una desagradable oleada de escrúpulos, de sentimientos de culpa y de miedo... ¿Qué me estaba sucediendo? ¿Qué sería lo siguiente? ¿Perdería el control? Antonio de inmediato pareció darse cuenta de lo que ocurría.
-¡Calma! -me dijo, y se incorporó para poder colocar la palma de su mano derecha sobre mi frente, con lo que de inmediato sentí alivio-. ¡Cálmate! Nada malo te va a pasar.
-Fijate cómo son las formas del ser -continuó dirigiéndose a Edgar-. Y tu también, Mario -me dijo-, fíjense cómo la forma cambió: el ser de Mario continúa siendo el mismo, pero de pronto llega el miedo y todo lo cambia. Si traicionamos al Poder él nos traiciona, nos contesta con jugarretas, con engaños que si no conocemos, si no sabemos distinguir, se adueñan de nosotros. El ser es como el haz de luz de un proyector, siempre fluye igual, impasible y brillante, mientras las formas del ser son como los cuadros que forman la película proyectada: tuercen ese ser que los atraviesa, le dan colores y formas, pero colores y formas que no le corresponden por sí mismos. Los cuadros pasan unos tras otros frente al haz de luz, y en la pantalla se proyecta una película. Nosotros creemos, pues nos hacen creerlo así  y porque decidimos finalmente creerlo, que esa película es nuestra propia vida, pero no es así pues se trata solamente de imágenes; el ser, el Poder, es lo que les da vida, pero permanece escondido a los ojos del que no sabe distinguirlo; y así vamos, viviendo entre sombras, entre sombras brillantes y bellas, si quieren ustedes, pero al fin entre sombras...
De la cuestión del ser, Antonio pasó, si no recuerdo mal, a las drogas. Repitió, más bien dirigiéndose a mí, mientras el camión continuaba su ascenso y el sol su descenso, que esas sustancias nos ayudan a "abrir los ojos interiores", pero que lo hacen fuera de nuestro control.
-Y hay algo muy importante -añadió-: en la antigüedad, cuando los hombres tenían una forma más religiosa de ver el universo, el uso de las drogas se encontraba restringido a prestar servicios espirituales, y no cualquiera ni en cualquier circunstancia podía acceder a ellas; en cambio en las sociedades modernas son usadas indiscriminadamente y sin ningún respeto, lo cual nos ha llevado a una incomprensión casi absoluta de sus facultades, convirtiendo lo que fue un camino para el crecimiento espiritual en un vicio y nada más, en un medio de degradación y en grandes problemas para todo el mundo, ¿No es cierto, Edgar? -y Edgar asintió, riendo un poco tontamente, como lo había venido haciendo desde hacía un rato.
"El uso de las drogas -continuó- tiene un fin, un fin mágico, el cual hay que saber respetar, porque si no todo puede voltearse y, en lugar de liberar nuestro poder, puede encadenarnos definitivamente en nuestros vicios y nuestras debilidades..."

Guardó silencio repentinamente. la tarde ya se encontraba bien avanzada. Llamó entonces mi atención el que las nubes, observadas por Antonio desde hacía rato y que antes se encontraban a una altura indefinida e inalcanzable, se habían apilado en los bordes de la montaña y se encontraban a corta distancia de nosotros. la temperatura había descendido y la humedad se hacía más densa. Luego de un momento, sin aviso previo, llegamos al cielo y ¡Paff!, de pronto nos encontramos dentro de las nubes, en sus entrañas perfectas.

Yo nunca antes habia estado dentro de una nube; había caminado en la neblina y también tomado baños de vapor, pero nada de ello resultaba comparable a esta nueva sensación. Repentinamente todo desapareció, sumido en una absoluta y brillante blancura; de pronto fue como si me encontrara solo, como si mis compañeros hubieran desaparecido en un limbo donde los equilibrios de este mundo se hubieran esfumado, donde ninguno de los tantos y tantísimos asuntos tan importantes que componen nuestra vida hubieran desparecido en la más profunda oscuridad.

La conversación de Antonio se esfumó también, junto las risotadas de Edgar y el eco del motor, metamorfoseado en canto. Todo se hizo silencio, acompañado de una blancura silencios, acariciadora y fría.

Las partículas que forman las nubes ocupan un punto intermedio entre vapor y la lluvia; puede sentírselas chocar, en chispas heladas, contra la piel del rostro, contra los brazos y las manos; se las siente colgar de los bordes de las fosas nasales, entre el cabello, contra los párpados y contra los globos de los ojos abiertos. la lluvia finísima que ellas formaban como un velo de denso vapor tejido en punto cerrado, obró un efecto purificador sobre mi ánimo; hizo las veces de bienvenida, como el paso por la antesala del lugar al que estábamos llegando y que se trataba, evidentemente, de un lugar mágico sagrado.

No sé cuánto tiempo duró nuestro paso por la nube, tal vez dentro de ella el tiempo no fluía de la manera que todos conocemos, tal vez iniciaba una marcha hacía atrás, se detenía o simplemente se retorcía sobre sí mismo, pero si hubiera durado una hora o dos, o solamente unos cuantos segundos, de lo que si estoy seguro es que aquella experiencia me llevó a una calma absoluta, lo cual no debe entenderse como quietud, sino como armonía, como un movimiento continuo y equilibrado: todas las voces que componen mi conciencia en ese momento comenzaron a fluir, unas junto a otras, rozándose placenteramente, como un conjunto de livianos delfines que nadaran en medio del océano vibrante e infinito del universo.

De la misma manera repentina como entramos a la nube salimos de ella, y lo que entonces apareció ante nuestra vista confirmó mi intuición de que estábamos entrando a un lugar sagrado: la carretera ahora corría por la cima recortada de la cadena montañosa que, a tramos, sobresalía de un brillante mar de nubes, por entre el cual, acá y allá como islas de ensueño, podían verse los picos más altos de otras montañas. A lo lejos, el sol estaba a punto de hundirse en el horizonte, como una perfecta e incandescente gota de metal fundido.







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